Frances

Película independiente, primera realización para el cine del director Clifford Greame, especializado en TV. Basada en hechos reales, se rodó en estudio y exteriores. Fue nominada a 2 Oscar (actriz principal y secundaria), 2 Globos de oro (actriz dramática principal y secundaria) y al Golden Prize de Moscú (película). Ganó el premio a la mejor actriz (J. Lange) de Moscú.

La acción tiene lugar en Seatle (Washington), Hollywood y NY, entre 1931 y 1949. Narra la trágica historia de la legendaria actriz, de gran talento y belleza, Frances H. Farmer (Jessica Lange), inteligente, inconformista, crítica, independiente, luchadora por la libertad, muy sensible y de ideología izquierdista. Nacida el 19-IX-1913 en Seatle, a los 17 años gana un concurso escolar de ensayos. Se interesa por la interpretación y en 1936 firma contrato con la Paramount. Debuta en la película "Too Many Parents" (1936), de Robert McGowan. Tras un período de enfermedad, es dada de alta (1949) e interviene (1950) en "This Is Your Life". Muere en 1970, a los 67 años.

La narración es intensamente dramática. La gran sensibilidad de Frances la hace vulnerable a la tensión y al estrés que invaden su vida cuando regresa a Hollywood, tras la inesperada ruptura sentimental con Clifford Odets. El carácter débil del padre y el indomable autoritarismo de la madre, Lillian (Kim Stanley), de escasas luces, la privan del apoyo afectivo familiar que necesita. Arrestada (1942) por conducir en estado etílico y condenada a 180 días de prisión por desacato a la autoridad, desarrolla un comportamiento irascible, que la conduce a un centro psiquiátrico, donde recibe un tratamiento inadecuado, que agrava su situación. Estemece la torpeza de la madre; su doble cara, amable frente a la hija y manipuladora y exagerada frente a los responsable del centro; la rígida incompetencia del médico forense; las condiciones inhumanas de reclusión de los enfermos mentales; y la corrupción de algunos celadores que por dinero permiten la violación de las internas. La narración, que incluye referencias imaginarias (la figura de Harry York) e inciertas (la lobotomía de Frances), es sólida, densa y rica en detalles.

La música se basa en una magnífica partitura orquestal, de John Barry, que evoca soledad y dolor. Al tema principal se añade el de Harry York ("Meeting Harry"), solo de armónica levemente acopañado de guitarra. La fotografía, funcional y correcta, presta especial atención a la expresión corporal. El guión completa la narración central con referencias destinadas a ofrecer una visión general de la vida de la protagonista, como su activismo en la recaudación de fondos de ayuda a la República española durante la Guerra Civil. Las interpetaciones de Lange y Stanley son excelentes. La dirección construye una obra bien integrada y harmonizada.

Película de excelentes interpretaciones y magnífica música. Cuenta una historia apasionante, basada en hechos reales estremecedores.

Una interesante película, basada en la vida la de la actriz Frances Farmer. Está bien rodada, atrapando al espectador desde el primer momento, tanto por la manera de contar los hechos como por lo interesante que resulta la historia. Jessica Lange, actriz a la que no conocía, está preciosa en esta película, quizá porque el personaje de Frances en sí también lo es (al menos para mi gusto). Yo estudio psicología, y desde este punto de vista resulta una película también muy interesante, porque... ¿done acaba el genio y donde empieza el "loco"? ¿Realmente estaba Frances Farmer enferma? La verdad es que en algunos momentos llega a resultar inquietante, porque hace plantearse muchas preguntas de esas que no tienen una respuesta fácil. Muy recomendable.
Por cierto, una pequeña curiosidad: el "apellido artístico" Farmer de la cantante Mylène Farmer es un homenaje a esta actriz.

Frances retrata la vida de la actriz Frances Farmer, poco conocida en Europa pero cuyo recorrido vital merece un visionado de esta cinta, bastante olvidada hoy en día.

La película, suavizada por el tamiz de melodrama hollywoodiense, cuenta el ascenso y caída de Frances, una joven inteligente e independiente que consiguió hacerse un hueco en el Hollywood de los años 30, pero cuya inteligencia, integridad y obstinación, le jugaron una mala pasada que la marcaría de por vida. Reacia a venderse al sistema de contratos de aquella época, Frances apuesta por su amor al teatro y a los personajes reales por encima del dinero que le daba la industria, y por una serie de equivocaciones y de malas decisiones, el mundo que siempre ha rechazado se vuelve contra ella llevándola directa a los abismos de la locura, la decencia y la supervivencia mental.

Más allá de que la película apueste en exceso por el lado sentimental de la historia de Frances Farmer y por el gusto de su puesta en escena, Frances es un interesante retrato de una época y un país que fueron capaces de destrozar el talento y la estabilidad de una mujer. Su lucha contra la vanidad y la hipocresía la convirtieron en una mártir de un sistema social y médico en el que mancharon su nombre, fue violada, lobotomizada, y sometida a tratamientos de electroshock bajo la atenta y condescendiente mirada de su arribista madre y de toda una nación

Pese a que el filme no explote sus posibilidades como denuncia social, la historia mantiene de sobra el interés debido a la sordidez de la misma y, por supuesto, a la labor de Jessica Lange, que por aquella época encadenaba un acierto tras otro (All that Jazz, El Cartero Siempre llama dos Veces, Tootsie, Country, Dulces Sueños), y que en Frances da un verdadero recital de sensibilidad: su retrato es un estado de ánimo constante, en el que la actriz comprende hasta las entrañas el difícil carácter de Frances Farmer y las circunstancias y consecuencias que le llevaron a caer de promesa a juguete roto, mancillado, y humillado, por los miedos y crueldades de una sociedad injusta.

Era una mujer maravillosa. Se llamaba, Frances Farmer, y bien que sabía que, con su extraordinaria belleza, no sólo iluminaba cualquier espacio donde se encontrara sino que podía abrir cualquier puerta que le pareciese de su gusto para alcanzar el éxito; pero, queriendo ser una mujer integral, ella decidió formarse. Estudió drama en la Universidad de Washington y se inscribió en varios concursos literarios. En uno de éstos, se participaba con un ensayo donde se demostrara la No existencia de Dios, y ella lo ganó por su fluidez literaria y sus emotivos sentimientos. Era apenas una adolescente y era común que, en los años verdes, muchos renegásemos del temible creador de que nos hablaban en la iglesia. Luego, Frances se ganó un pasaje para viajar a Rusia. Ella quería ir porque anhelaba recorrer el mundo y, además, sería la ocasión de conocer el majestuoso, Teatro de Arte de Moscú. Pero, la gente más obtusa y conservadora de Seattle, asumió éste hecho como un horrible ideario y, a su regreso, la joven fue víctima de numerosos escándalos siendo tildada de roja y atea… Por enésima vez, la descompuesta estatua de la libertad tuvo que bajar penosamente la cabeza. El homo hipocrytus seguía demostrando que tenía cerebro de chorlito.

Superado este abominable incidente, pocos años después, Frances logró su sueño de subir a las tablas, trabajando en obras importantes como, “El bosque petrificado” y “El muchacho de oro”... y pronto, Hollywood se deslumbró con su belleza. Obtiene un contrato con la productora Paramount por un período de siete años, pero, de entrada, la joven actriz manifiesta su fuerte carácter negándose a ser usada como una muñeca; impide que le cambien el nombre aferrándose al que le dieron sus padres cuando nació; y reclama poder trabajar con otros Estudios cuando ella lo considere conveniente. Así, se pasea por la MGM, la Fox y la RKO, hasta que pronto se harta del mundo frívolo, hipócrita y manipulador que ha venido padeciendo.

El estrés que le causa esta situación, la tiene ya imbuida en el alcohol, y las presiones de los medios -sumadas a las de su madre para que jamás deje de ser una estrella, no obstante que ella anhela con ansia una vida sencilla en el campo, rodeada de flores y animales-, la van convirtiendo en un ser hostil contra todo lo que se llame Hollywood, contra la prensa ávida de una nueva víctima, contra las autoridades, los médicos… y contra el mundo entero.

Así, todos -incluidos los que tanto la admiramos y la reclamamos en nuevas películas- vamos convirtiéndonos en aniquiladores de un ser divino que se empeñó, con el mayor derecho, a vivir con un principio: “Hacer lo que tú crees que está bien, significa que se fastidien los demás”. Pero, para poder Ser, hay que seguir adelante… ¡aunque se reviente el mundo entero!

<<FRANCES>>, es un filme bien importante. Fiel reflejo de tan cruel infamia que, un día, la actriz se preguntaba: “¿Habrá realmente un mañana?”. Además de tener un notable parecido físico con su personaje, Jessica Lange, ha hecho su rol con verdadero profesionalismo; y el director, Graeme Clifford, ha demostrado una plausible sensibilidad y un gran aprecio por la memorable estrella.

¡Siempre te recordaremos, Frances Farmer!

La película es una fiel muestra de la biografía de Frances Farmer, preciosa actriz que saltó a la fama en los años treinta. Farmer, protagonista de una de las biografías más interesantes y crueles, fue una de las intérpretes más incomprendidas de la historia del cine,
Probablemente no sea de fácil visión para muchos, la historia es realmente dura y en determinados momentos la película se vuelve algo tediosa. Sin embargo son las fascinantes interpretaciones de Lange y Stanley las que hacen de Frances una película notable. Particularmente destacable es la interpretación de una antológica, maravillosa y atractiva Jessica Lange. La actriz nos regaló una de las interpretaciones más dinámicas que se han dado en la historia del cine.
Sam Shepard está bastante bien y en cada escena que comparte con Jessica Lange suge una gran química.