Inazuma Eleven no es una exquisitez ni tampoco lo pretende. No pretende hacer pedagogía de fútbol, ni enseñarnos las reglas.

Es una serie japonesa, adaptación anime de una saga de videojuegos de Nintendo DS, de bastante éxito, que sólo pretende entretener, sin más, a través de partidos imposibles de fútbol, con técnicas casi de extraterrestres, más propias de Bola de Dragón (Tornado de fuego, Remate Dragón, Flecha Divina, Fénix, Mano Celestial,etc, etc) con internadas por la banda de varios kilómetros de longitud, con tiros que hunden literalmente al portero dentro de la portería, con saltos que llegan al cielo, con tramposos que levantan polvareda para mover la portería de sitio, etc.

Historias no demasiado complicadas (en principio), épica constante, ese último tiro antes del pitido final, personajes muy estrafalarios... Pero pienso que para el fútbol real ya tenemos La Liga.

¿Que se parece a Oliver y Benji? Muchísimo, ¿y?
El verdadero fallo lo veo en que Oliver y Benji es de 1983 e Inazuma Eleven de 2008. En 25 años da tiempo a evolucionar muchísimo más.
Me gusta especialmente que se ensalce al portero, el jugador más especial, y el que lo tiene siempre más difícil: un error suyo y quedará marcado. Aquí ese portero es el líder de este equipo, Mark Evans, del Instituto Raimon, el que siempre anima a los demás.

Para niños, adolescentes e incluso mayores que practican o les gusta el fútbol, dada la escasez de oferta, pues no es despreciable. ¿Que se lo podían haber currado un poquito más? Pues sí. Pero no engaña a nadie. Anime fútbol-japonés. ¿Qué esperabas?