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Voto de Local Hero:
9
7,9
19.702
Drama
Luke Jackson, un joven rebelde e impulsivo, es condenado a dos años de prisión tras causar graves destrozos estando borracho. En la cárcel, su indomable carácter chocará de frente con las rígidas normas de la institución, así como con el de otros presos, especialmente el brutal Dragline, que era el líder de los convictos hasta su llegada. Pero Luke es un veterano de guerra que no está dispuesto a ceder, y tendrá que pagar un alto precio ... [+]
15 de octubre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia de un preso de un delito menor que acaba convirtiéndose en preso de larga duración y de ahí a la muerte, precisamente a causa de su carácter indomable, teniendo como principal escenario un presidio donde la disciplina y el respeto a las normas se encuentran por encima de todo y de todos, y conviviendo con un grupo de otros 50 presos donde lo que predomina es un alto grado de sumisión al orden establecido.
Película muy bien llevada a cabo y de esas que dejan mensaje, que cuento en spoiler. Por una vez, y sin que sirva de precedente, creo que el título en español es bastante más acertado que el del inglés original.
Película muy bien llevada a cabo y de esas que dejan mensaje, que cuento en spoiler. Por una vez, y sin que sirva de precedente, creo que el título en español es bastante más acertado que el del inglés original.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Luke, el "indomable", se nos muestra como un preso que va alcanzando popularidad entre sus dóciles compañeros a medida que va quebrantando las estrictas normas de la "prisión de carreteras" en la que está encerrado. Él mismo se vanagloria de ser un alma libre, que no sigue dictado ninguno, ni siquiera el de Dios, y por eso se fuga varias veces a pesar de que los castigos son cada vez más duros.
Pero llega un momento en que a Luke le surgen dudas sobre si debe seguir su propio destino o si debe recurrir a Dios para que le marque el camino a seguir: así, de manera aparentemente inconsciente nos brinda con una posición del "crucificado" tras quedar medio muerto por haber ingerido los famosos 50 huevos, o tras conocer la muerte de su madre nos sorprende cantando un tema donde se nombra la figura de Jesucristo (que no deja de ser un rezo encubierto por la pérdida de su ser querido) o, después de su última fuga, aparece refugiado en una iglesia abandonada donde a viva voz reclama a Dios.
Finalmente, morirá dentro de un coche oficial que le traslada de vuelta al penal; paradójicamente, las ruedas de este coche aplastan las gafas de sol del guardia cuyo disparo es el que ha ocasionado que Luke ya esté moribundo, detalle el de las gafas que podría pasar como desapercibido de no ser porque se advierte que la cámara intenta decirnos algo importante al acercarse para mostrarnos justo el momento en que el coche las aplasta.
La muerte de Luke, junto a la leyenda que se ha forjado y al hecho simbólico de las gafas aplastadas del guardia, forman un cóctel cuyo resultado es que se le acaba confiriendo al protagonista un aura de mártir y de guía que ha dejado marcado el camino a sus compañeros para que su actitud no sea tan sumisa (ya uno de ellos se anima a acompañarle en la última fuga) e igualmente dejando la puerta abierta e invitando a los guardias y dirigentes del penal a que dén un giro a una mayor tolerancia en pos de una mejor convivencia entre todos. Se podría deducir que al final es precisamente ése es el papel que Dios ha marcado a Luke pues, para más inri, el disparo lo recibió en la misma iglesia donde segundos antes clamaba por el Todopoderoso.
Las constantes referencias religiosas también quedan plasmadas con la cruz cristiana que se vislumbra al recomponer una foto rota en 4 pedazos donde sale Luke con dos chicas, y en el cruce de caminos donde se encuentra el grupo de presos en el mismo momento en que la película llega a su fin.
Pero llega un momento en que a Luke le surgen dudas sobre si debe seguir su propio destino o si debe recurrir a Dios para que le marque el camino a seguir: así, de manera aparentemente inconsciente nos brinda con una posición del "crucificado" tras quedar medio muerto por haber ingerido los famosos 50 huevos, o tras conocer la muerte de su madre nos sorprende cantando un tema donde se nombra la figura de Jesucristo (que no deja de ser un rezo encubierto por la pérdida de su ser querido) o, después de su última fuga, aparece refugiado en una iglesia abandonada donde a viva voz reclama a Dios.
Finalmente, morirá dentro de un coche oficial que le traslada de vuelta al penal; paradójicamente, las ruedas de este coche aplastan las gafas de sol del guardia cuyo disparo es el que ha ocasionado que Luke ya esté moribundo, detalle el de las gafas que podría pasar como desapercibido de no ser porque se advierte que la cámara intenta decirnos algo importante al acercarse para mostrarnos justo el momento en que el coche las aplasta.
La muerte de Luke, junto a la leyenda que se ha forjado y al hecho simbólico de las gafas aplastadas del guardia, forman un cóctel cuyo resultado es que se le acaba confiriendo al protagonista un aura de mártir y de guía que ha dejado marcado el camino a sus compañeros para que su actitud no sea tan sumisa (ya uno de ellos se anima a acompañarle en la última fuga) e igualmente dejando la puerta abierta e invitando a los guardias y dirigentes del penal a que dén un giro a una mayor tolerancia en pos de una mejor convivencia entre todos. Se podría deducir que al final es precisamente ése es el papel que Dios ha marcado a Luke pues, para más inri, el disparo lo recibió en la misma iglesia donde segundos antes clamaba por el Todopoderoso.
Las constantes referencias religiosas también quedan plasmadas con la cruz cristiana que se vislumbra al recomponer una foto rota en 4 pedazos donde sale Luke con dos chicas, y en el cruce de caminos donde se encuentra el grupo de presos en el mismo momento en que la película llega a su fin.