No había visto este film producido por la Warner en 1954, y mi expectación ante su visionado por TV. se ha visto fallido, pues la película huele a falso por los cuatro costados, ya que está casi íntegramente rodada en estudio, y esto, hoy día se nota demasiado en este tipo de argumentos. Además el guión es flojo y el desarrollo pesado y reiterativo, con un metraje excesivo pareciendo que la película no acaba nunca, aunque el final se da por supuesto.
Con respecto a las interpretaciones, son todas lineales y rutinarias, incluso el gran John Wayne parece uno más del resto de un reparto flojo, no solo en sus nombres sino también en los resultados, llegando a preguntarme que hace este mito del cine en una película como esta.
Lo mejor del film es la fotografía en Cinemascope auténtico y el tema musical principal de Dimitri Tiomkin, que por cierto, en algunas secuencias dramáticas no conecta el dramatismo musical compuesto para estas secuencias con el resultado poco creíble de lo que vemos en la pantalla.
También no ayuda a digerir la película el mal doblaje de la misma, realizado hace pocos años, y que contrasta no solamente el bajo nivel artístico del mismo sino también el tipo de sonido, por lo que es preferible, si es posible en su visionado, la versión original en inglés.