Precuela de la enorme The Silence of the Lambs (1991) de Jonathan Demme, que toma nuevamente el mítico personaje del Dr. Hannibal Lecter (Anthony Hopkins). El film inicia mostrando cómo el detective Will Graham (Edward Norton) logró apresarlo luego de una feroz batalla que deja a ambos con graves heridas, tiempo después, Hannibal se encuentra en un hospital psiquiátrico bajo estrictas normas de seguridad, mientras Graham se encuentra retirado en una zona costera con su esposa e hijo.

Pronto, Will es contactado por Jack Crawford (Harvey Keitel) para que le ayude con los misteriosos asesinatos de dos familias, su idea es que éste visite a Lecter para que, a su vez, les brinde ayuda por la sospecha de que este asesino idolatra al caníbal. El grueso del metraje transcurre en como por un lado, se dan las investigaciones por parte de estas personas, mientras por el otro, se ve el desenvolvimiento del asesino, los problemas que lo llevan a comportarse así y algunas otras inquietudes personales.

Red Dragon tiene un nivel bastante aceptable salvo si se compara con su predecesora, puesto que es obviamente menor, aparte de eso el film tiene una ejecución bastante acertada. La construcción del villano está a la altura, tiene ese halo de misterio, sombrío y lúgubre, aunque tal vez hizo falta verlo más en acción respecto a sus víctimas, se ahonda más en su psicología.

También de la película es muy llamativo el conflicto entre Lecter y Graham cada vez que aparecen en pantalla, una rivalidad que se maneja entre la admiración, el respeto y el odio, ambos buscando obviamente sacar el provecho del otro, trabajando a su conveniencia. Sobre la resolución del film, sí resulta un tanto trillado, forzado e innecesario, pero bueno, de alguna forma se debía, en un tema sobre familias, involucrar a la del protagonista.

De los puntos más altos, sin duda el elenco, Hopkins encarnando como siempre en gran forma a Hannibal, Ralph Fiennes soberbio como es su costumbre, Norton, Harvey Keitel, Emily Watson y hasta el pequeño, pero necesario papel que tiene Philip Seymour Hoffman. Red Dragon quizá no sea revolucionaria en su forma, sin embargo, su contenido es interesante, y ahondar más en la figura de un personaje como Hannibal es excepcional.