Yo siempre lo he dicho; que una cadena anuncie a bombo y platillo una serie o película semanas, prácticamente meses en éste caso, antes de su estreno sólo puede significar dos cosas:

1º- Que la serie o película en cuestión sea extranjera y haya sido un exitazo mundial.

2º- Que se trate de un bodrio infumable, que destaca por la ausencia de guión, de actuaciones convincentes, etc.

En el caso infinitamente más que probable de que sea la segunda opción, la cadena en cuestión lo anunciará en cada corte publicitario y si puede ser hasta en los telediarios (demostrando que el panorama mundial cada vez nos importa menos) con el fin de atraer la mayor audiencia posible. El día posterior al estreno, los presentadores de noticias nos deleitarán con media hora de charla sobre lo buena que es la serie, la alta audiencia de la noche del estreno, y nos recordarán por enésima vez que el programita se emite todos los jueves a las diez de la noche.

El espectador que haya quedado intrigado por la enorme campaña de publicidad se sentará en la comodidad de su sofá la noche del estreno mientras piensa “Jo, una de aventuras en la España de los Austrias. Será tipo Curro Jiménez”. Esperará a que acabe el telediario y el tiempo. Por fin empieza el capítulo…

...Entonces al tipo le presentan una serie que finge estar ambientada en la España de los Austrias. Ve que los vestuarios están bastante logrados, pero que, sin embargo, aquello no parece para nada el siglo XVII: La gente va arreglada, limpia como una patena. No hay basura por las calles. Los personajes hablan con un refrito de frases de la época y vocabulario actual. Por haber, hay hasta un niño con gafas.

La trama pinta interesante, con conjuras palaciegas y un héroe que se dedica a repartir estopa entre los malos tras la muerte de su esposa. Mas, ¿quién ése héroe?. Pues no es más que una mala combinación de Batman junto con Robin Hood y El Zorro. Pero como éstos clásicos ya deben estar muy vistos, los guionistas, con un par de huevos, han hecho del protagonista una especie de ninja. ¡Un ninja, señoras y señores, en el Siglo de Oro!. Para más inri, las actuaciones son pésimas y la trama destaca por su ausencia de gancho.

Al espectador corriente las escenas de acción le encantarán y, en general, quedará satisfecho con la serie. Sin embargo, al que tenga un mínimo de sentido común le sangrarán los ojos cada vez que la vea.

Por último, me gustaría felicitar a la cadena televisiva en cuestión por la excelente campaña de publicidad que se curraron para la serie. Desde luego, han conseguido que una serie mediocre sea vista por miles de personas.