Acabo de ver el último capítulo. No se que decir, me siento triste. Muchos pensamientos y sensaciones me rondan la cabeza y no se si podré escribir algo coherente.
Nunca una serie me ha impactado de una forma tan profunda como lo ha hecho The Shield. No solo ha logrado conmoverme por la maravillosa ambientación, argumento, guión, realización, actores, ect... que ha hecho que me mantenga fielmente pegado al televisor cada temporada. No. En realidad esta serie me ha conmovido hasta extremos que no conocía por otra razón: el retrato que realiza sobre la condición humana desde la más pura crudeza. En el mundo hay tres clases de personas: las malas, las menos malas y las que no pretenden ser malas. Nos muestran unos personajes con una moralidad y una ética totalmente vomitiva, aunque sin embargo nos muestra el mundo tal y como es, un lugar podrido debido a la ambición, egoismo, insensiblidad y maldad de la raza humana. Solo algunos se salvan, pero no son suficientes para limpiar tanta mierda esparcida por otros. Nuestra sociedad basa su modo de vida en alcanzar la felicidad a través de pisar a otros, no queda otra. Es lo que aprendes. O lo tomas o eres un desgraciado y te comen. Es nuestro instinto primitivo de supervivencia.
The Shield nos muestra la decadencia del mundo. Vic Mackey refleja la decadencia de la sociedad. ¿Acaso no hay marcha atrás?