'Juego de lágrimas' es una bonita y contundente historia sobre personajes perdidos cuyo sistema de vida solo produce dolor y sufrimiento tanto para ellos mismos como para las personas que les rodean. El film de Jordan sigue la fábula de la rana y el escorpión que Jil, a principios de los 90 un desconocido Forest Whitaker, cuenta al protagonista de la historia: la imposibilidad de traicionar unas convicciones y de dejar una rutina tan destructiva como ineludible hace que el recorrido de los personajes sea una línea recta en constante descenso a los infiernos. Jordan crea un thriller recio sobre la fidelidad, la difícil redención y el pasado que siempre vuelve. Su mejor baza es un guion que toma los caminos más insospechados, aunque al mismo tiempo, al contener diferentes historias en una, el espectador puede tener la sensación de estar ante un producto ligeramente descompensado. Con todo, 'Juego de lágrimas' es una película cuyas piezas casan a la perfección: crece, en definitiva, días después de su visionado. Contiene tantas temáticas y recrea de forma tan convincente las bases del mejor cine negro que, imperfecciones aparte, tiene los suficientes puntos de interés como para atraer a todo tipo de audiencias. Interesante título para conocer el estilo oscuro que Jordan posteriormente potenciaría en la popular 'Entrevista con el vampiro' y su atracción por el universo transexual que evocaría una década más tarde en la más desquiciada 'Desayuno en Plutón'. Elegante y absorbente.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities