La cinta empieza en los créditos con unos extraños jadeos de fondo (¿?). Sigue por Fort Dry Well donde manda el pobre coronel Morgan (Keith), la cuadrilla de facinerosos de Joe Baker (Martin), un grupo de indios borrachos y otro de mexicanos que dirige un tal Emilio Estévez reconvertido en fraile.
La primer impresión es que se trata de una colección de bobos en medio del Oeste ... ¡Buena impresión!
El caso es que el tal Baker es un escocés que vivía tranquilamente en su pueblo, pero que al ver allí el circo de "El gran espectáculo del Oeste", dejó a su prometida Dover McBride (White) para "hacer algo grande" en el Oeste. Pero lleva allí ya cuatro años y lo único que ha hecho ha sido "el indio".
Por fin tiene su oportunidad cuando le ofrecen "La primera ametralladora del Oeste". Solo que el estólido vendedor la quiere canjear "por una mujer". Y no hay muchas por allí.
Estamos pues ante un western con aires de comedia, mezcla difícil de combinar. Desde luego, gracia, lo que se dice gracia tiene poca.
El planteamiento tiene su originalidad, pero el desarrollo deja mucho que desear. Ni el guion, ni la realización nos convencen. Demasiada lentitud, aburrida a ratos. Tampoco las interpretaciones son para tirar cohetes. Y eso que hay algunos actores buenos de reparto.
Eso si, la fotografía y los paisajes están bien.
Sin embargo lo mejor, al menos para nosotros, es la representación femenina. Frente a un grupo de hombres entrados en años que se comportan como niñatos, ahí está un grupo de mujeres de rompe y rasga con la coronela al frente, Mary Anna (Blackman), "Vale usted mucho más que una ametralladora", hasta la escocesa que sabe lo que quiere y que le pone las peras a cuarto al simplón de su novio, pasando por las tremendas mineras o la despampanante viajera de la diligencia.
Auténticas mujeres cañón frente a las pistolicas de agua de los maromos. Aunque tengan la primera ametralladora del Oeste. Para que luego hablen de mujeres florero en el western.
Película que no pasa de regular pero que tiene su aquel. Para pasar el rato en una sobremesa dominguera.