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Voto de piensaencines:
5
Fantástico. Romance. Infantil Cuenta las andanzas de la Ella (Lily James), una joven cuyo padre, un comerciante, vuelve a casarse tras enviudar. Para agradar a su padre, acoge con cariño a su madrastra (Cate Blanchett) y a sus hijas (Holliday Grainger y Sophie McShera) en la casa familiar. Pero, cuando su padre muere inesperadamente, la joven queda a merced de unas mujeres celosas y malvadas que la convierten en sirvienta y la relegan a la cocina. Pero, a pesar de ... [+]
15 de abril de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez una niña, así, como mona, y rubia, que vivía con su madre mona y rubia y su padre super rico y enrollado. Todo muy "happy" y muy de "colorinchi".
Pero con esto no hay quien haga una película, así que la niña se queda huérfana, y ya la cosa cambia.
La mamá mona y rubia las "diña", eso sí, en plan buena onda y después el papá super rico y enrollado también...más que nada porque si no se mueren, la niña no sería huérfana.

Antes de estirar la pata, el papá super rico y enrollado se casa con una señora viuda, arruinada y estilosa, que como es de suponer, para que la historia tenga un poco de chicha, es mala como el pan de las tiendas de los chinos.

La señora viuda, arruinada y estilosa, sufre de estreñimiento crónico, agravado por hemorroides sangrantes y abuso de antidepresivos, por lo que se pasa el día refunfuñando y haciendo "de sufrir" a la niña mona y rubia (que ya no es tan niña) mientras intenta no asesinar con alevosía y ensañamiento a sus dos hijas tontas de la parte baja del vientre, además de feas, gritonas, disfuncionales físicas y psíquicas, y horteras de encarcelar.

La niña mona y rubia, sigue "happy" mientras la putean vilmente, porque es una yonki de cuidado y se atiborra a tripis, y a éxtasis, y a todo tipo de pastillas y drogas de diseño. Habla con los ratones, con los gansos, con las lagartijas y cuantos bichos aparecen en sus alucinaciones. Descuida su higiene personal, ve hadas madrinas, chiribitas, fuegos artificiales y príncipes que marcan paquete y la hacen ojitos.

El caso es que la señora de las hemorroides se pasa la peli enfurruñada, sus hijas feas chillando como conejas afónicas, la niña mona y rubia con sonrisa de estar tres universos más arriba, el príncipe marcando paquete, los padres de todos muriéndose, el hada madrina...el hada madrina es lo mejor, y casi lo único bueno de la película, más que nada porque la interpreta Helena Bonhan Carter, que es una "actriza" de esas "rarunas", pero de gustar.

Sí, es sólo en el episodio del hada y en el del baile donde este descalabro cobra un poquito de esa "magia" Disney, pero sin acabar de levantar nunca el vuelo. El resto es un copia y pega sin gracia del clásico animado (ya un poco cursi de por sí), cuya única "animación" está en el uso y abuso sin sentido de movimientos de cámara, "travelings", panorámicas y sobre todo de grúa, habituales de Kenneth Branagh, (del que empiezo a dudar de su capacidad para dirigir), que anda totalmente desesperado en busca de una buena película.

No hay nada nuevo. No aporta nada...absolutamente nada. Ni siquiera la Blanchet brilla, que ya tiene delito.

Los niños se aburren. Las niñas también...aunque es posible que se empeñen en pediros el vestido azul (impresionante, eso sí) para su cumpleaños, y los zapatos de cristal (horrorosos), con lo cual preparaos a pasar horas en urgencias con los esguinces que se van a hacer. Algún niño también os los pedirán (tanto el vestido como los zapatos).

Los mayores...no nos aburrimos demasiado, pero no paramos de pensar: " ¡¿QUÉ NECESIDAD?!, ¡¿QUÉ NECESIDAD?!, ¡¿QUÉ NECESIDAD?!, ¡¿QUÉ NECESIDAD?!, ¡¿QUÉ NECESIDAD?!, ¡¿QUÉ NECESIDAD?!,....y así hasta el infinito.
piensaencines
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