Hace pocos años atrás vi "Psicosis", dirigida por G van Sant, la cual me dejó asombrado. ¡Había copiado escena a escena, plano a plano la archifamosa obra de A Hitchcock! Normalmente los remakes suelen inspirarse muy sospechosamente en su original, pero de ahí a repetir todo tal cual era extrañísimo. ¿Qué clase de artista se interesa en copiar tal cual otra obra, por muy buena que sea sin poder permitirse ciertos lujos o pequeños cambios siquiera? Pues leí una entrevista donde van Sant comentaba que había sido la curiosidad de saber cómo se sintió en su día Hitchcock rodándola lo que le llevó a plantearse el proyecto.
"Funny games" resulta otro plagio descarado de su homónima europea, pero con la fundamental distinción de que esta vez, ambas están dirigidas por la misma persona: M Haneke.
Así, resulta más que evidente que las razones no son de tipo experimento, sino que posiblemente hayan respondido a temas económicos. Unos millones por aquí, unos actores conocidos por allá y se transforma la original y desconocida peli austriaca en su versión hollywoodiense superpublicitada. ¿Resultado? Pues que sigue siendo una gran película. Al fin y al cabo, se trata del mismo director, para lo bueno y para lo malo.
Quizás sean los pocos cambios del remake los que anden más flojos, y estos son, los actores. Ninguno de los originales ve ni de lejos amenazado su particular duelo interpretativo con sus colegas americanos, que dejan algo que desear.
En conclusión, funciona casi tan bien como la primera y te hace vibrar igual. Recomendable, previo visionado de la versión europea, la cual por originalidad y por sus magistrales interpretaciones, se situa un peldaño por encima del remake.