Pocas películas te absorben, te hipnotizan y te mantienen pegado a la pantalla sin entender al completo lo que pasa, y eso lo consigue Bergman con 'Persona'.

Hay algo de hechizante en las palabras que (no) intercambia la enfermera Alma con su paciente / amiga / enemiga / ente indefinido, la actriz que se niega a hablar Elizabeth; pero también en esos planos que aún a día de hoy, casi 60 años después, siguen pareciendo novedosos y originales. Magníficas interpretaciones de Bibi Andersson y Liv Ullmann (esa mirada…).

Lejos de ser el tostón que muchos pueden presuponer de un film de Ingmar Bergman de los años 60, resulta dinámico, innovador y consigue su objetivo: que te hagas preguntas. Y no preguntas cualquiera, ni preguntas banales, sino preguntas acerca de la vida. Ahora está en uno mismo el encontrar las respuestas.