Cuatro años después del pelotazo de 'Toy Story' John Lasseter volvía a presentarnos una secuela que podía mirarse con escepticismo precisamente por el hecho de ser secuela, pero también por serlo de una película que había marcado época en muchos sentidos.

Sin embargo Pixar nos tenía reservado un trabajo que en nada desmerecía al original. Es más, en algunos aspectos esta segunda parte supera a la primera (agilidad, humor e incluso más espectacularidad) aunque en otros podía quedarse un poco rezagada, sobre todo en pequeños detalles no demasiado acertados respecto a algunos guiños a su propio éxito. Sin embargo los aciertos superan de largo a los pequeños fallos y 'Toy Story 2' como película individual es un trabajo redondo y equiparable en calidad a su predecesora.

En esta ocasión, Andy se marcha a un campamento de verano sin poder llevarse a Woody como suele hacer todos los años, ya que se le ha descosido parte del brazo. La madre de Andy organiza un mercadillo para vender viejos objetos y accidentalmente Woody cae en una de las mesas expuestas. Al, un coleccionista, logra llevarse a Woody.

Mientras varios juguetes de Andy encabezados por Buzz Lightyear inician una peligrosa misión de rescate en busca de Woody, este empezará a plantearse realmente su futuro gracias a Jessie, Perdigón y el viejo "Oloroso" Pete, tres nuevos juguetes a los que conocerá.

Esta 'Toy Story 2' ya apuntaba el tema central de la tercera parte y que sin duda resulta de lo más interesante, y es el hecho de que los niños crezcan y olviden sus viejos juguetes, una metáfora del significado de dejar atrás la niñez y lo que eso conlleva.

Pero estamos ante una película sobre todo trepidante, con más acción y más espectacular que la que inició la saga. Donde la historia que cuenta no es tan potente el guión lo compensa con buen humor y un puñado de buenos gags, aparte de situaciones que te dejan hipnotizado ante la pantalla por su perfecta construcción y su habilidad para ensamblar la aventura con unos personajes que siguen teniendo cosas interesantes que contar.

Secuela que no desmerece y está como mínimo a la altura de la saga, llena de momentos y en la que los viejos personajes (sobre todo secundarios) son desarrollados de manera admirable y los nuevos aportan pilares básicos de la trama.