Es una película que da miedo, al principio. Pero a medida que avanza la película, se vuelve repetitiva, previsible. Cuando vuelven a meter al protagonista supuestamente muerto en la casa... se acabó el terror; piensas que es una tontería de película y deseas que los maten de una vez. Y el final es irrisorio: lo de responder a "¿Porqué nos hacéis esto?" con "Porque estabais en casa, es penoso; eso sí, dejando el campo abierto a una continuación...

Al principio intenta crear una atmósfera de realismo diciendo que "Está INSPIRADA en hechos reales" (un libro de asesinatos y un recuerdo infantil del director sobre unos allanamientos de casas vacías en su barrio) y citando que al año en EEUU hay 1,4 millones de CRÍMENES VIOLENTOS, que no asesinatos... Recurso muy pobre.

Para deshumanizar a los asesinos se les pone las caretas, no enseñan su rostro, no hablan (casi), aparecen y desaparecen como fantasmas, parecen invulnerables... pero son humanos.

La película repetitiva. Se utiliza el mismo recurso una y otra vez: aparece el malo (susto), se queda allí, se gira el protagonista un segundo, vuelve la cabeza y.... ¡magia! el malo ha desaparecido sin hacer ruido, como un fantasma. ¿Y cómo lo hacen para entrar a la casa y salir con todas las puertas y ventanas cerradas? ¿Y cómo es que tres personas pueden saber dónde están en cada momento las otras dos?

La fotografía es buena. Pero a media película da igual, se ha diluido, y la única forma de causar terror al espectador es abusando de los sustos con la aparición de un malo y, sobretodo, mucho ruido.

Conclusión: habiendo visto la primera, estoy advertido para no ir a ver una secuela, si es que piensan rodarla.