Producida por Steven Spielberg, es sin duda la obra más original relacionada con "bichitos" peligrosos que ha visto nuestro cine. Que se quiten los critters y otras alimañas, los Gremlins son sin duda los amos. Una comedia para todos los públicos, unas pequeñas dosis de terror, unos efectos especiales de animación de los seres realmente sorprendente y un poco de mítica alrededor de ellos fueron sus claves para un éxito rotundo.

El guión de la película está muy bien estructurado, siendo un continuo crescendo en la tensión de las situaciones. También veo muy acertado que se haga de rogar la primera aparición de los Gremlins, mientras van causando las primeras trastadas. De esta manera, el interés crece conforme avanza el film y lo que en un principio parece una película de miedo se convierte en una comedia muy divertida con parodias hasta de Casablanca.

Desde el primer momento uno se encariña con el pequeño Gizmo, que sin duda es el mejor personaje. Con ello quiero decir que las interpretaciones son el único punto negativo de la película, ya que los auténticos protagonistas son los "bichitos" y prácticamente se encuentran como secundarios y no se desarrollan demasiado. Pero no obsta para que sea una gran película y además cierre con un final perfecto, que sin duda se convierte en inolvidable y apto para todas las generaciones.