Divertida sátira de finales del siglo pasado, que hace que el espectador se entretenga con ella. Sí, es cierto que está estereotipadísima y que habla de la sociedad "pija" hollywoodiense, pero lo bueno de ello es que no lo hace de forma que parezca sofisticada o inalcanzable, sino haciendo una parodia de ella, de cómo, a pesar de tener casi todo lo que una adolescente de su época podría desear, la protagonista de la película, Cher (brillantemente interpretada por Alicia Silverstone), se siente infeliz, insegura, confusa, y con un montón de "problemas" propios de su edad, que ella afronta con optimismo, para al final darse cuenta de que la solución era mucho más sencilla de lo que ella pensaba. Es una dulce travesía por las peripecias de una adolescente, pero no como las actuales "Hannah Montana" o "Sunny entre estrellas", que han arruinado la vida de sus correspondientes protagonistas, hundiéndolas en las drogas y los escándalos; además de añadirlas a la colección de juguetes rotos de Disney. Esta película llevó a estrellato a Alicia Silverstone, pero no la convirtió en un objeto, y, aunque ahora, tristemente, ya no sea recordada, tampoco fue víctima de escándalos durante el apogeo de su fama.