Lo ha conseguido. Tim Burton se ha superado a sí mismo dirigiendo esta adaptación del famoso musical. Para ello, volvió a contar con la ayuda de sus dos fetiches, Johnny Depp y su mujer Helena Bonham Carter, que encajan perfectamente como Sweeney Todd y la sra. Lovett.
Es magnífica, esa mezcla buena de géneros (terror y musical) permite al espectador estar atrapado desde el primer minuto y te conduce a novedades inesperadas hasta el final. Por no hablar, de la excelente fotografía que pone a la película tonos grisáceos para que esté cómoda, del bien diseñado vestuario y de las fantásticas interpretaciones del resto del reparto.
Incluso para la gente que no le gusta el género musical, esta obra es una excepción. "Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet" es muy buena. Conviene verla.