Le falta un poco de chicha a la trama de este incesante thriller que presenta a la culpa como un perfecto MacGuffin y si se le añade toques terroríficos y dramáticos queda un poco mejor. Pero si en la parte narrativa se profundiza mucho en la reflexión, en el insomnio y en los remordimientos del protagonista hace que el espectador se aburra y bostece un poquito; y después de tanto misterios por saber porque Trevor (Christian Bale) está así de raro y amargado descubrimos que tiene un final por debajo de lo mediocre. Vamos que el final es una tontería, me la esperaba con grandes expectativas, pro no ha sido así.
Lo más sorprendente de esta película es la transformación de Christian Bale, una extrema delgadez que incluso da hasta a veces mucho asco, ¿cómo se puedo vivir con un cuerpo así? pero aún más increíble es como Bale recuperó su peso normal cuando finalizó del rodaje y se puso más fuerte para hacer el papel que más fama le dio en "Batman Begins". Se me olvida añadir que otra cosa que funciona bien en esta película es la fotografía.