Sin ser una peli mala, "Destino Budapest" se queda en una cinta de espías mediocre. Muy en la línea de la guerra fría, la caracterización de los comunistas es absolutamente caricaturesca, encarnando al mal más absoluto frente a los americanos que son hermanas de la caridad. En fin, esto es algo bastante habitual en las películas de la época, pero las lastra mucho. No es una película aburrida y el ritmo es acertado, pero la intriga es un tanto rocambolesca y se suceden una serie de casualidades, sobre todo al final, que son más que excesivas y que le quitan credibilidad a la cosa. Y tampoco se entiende muy bien que tengas buenos actores si no los vas a aprovechar, lo digo especialmente por George Sanders y Audrey Totter, que tiene un papel totalmente prescindible. Aparte hay un corte como muy abrupto entre la primera parte de la película, casi un melodrama de triángulo amoroso y el resto. En fin, se puede ver, pero no os va a dejar mucha huella.