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Voto de davilochi:
10
7,2
10.021
Drama
Crónica de la vida en la Maze Prison, una cárcel de máxima seguridad de Irlanda del Norte, a través de los emotivos acontecimientos que tuvieron lugar en 1981 con motivo de la huelga de hambre del IRA, liderada por Bobby Sands. La película describe lo que ocurre cuando se obliga al cuerpo y a la mente a ir más allá de sus límites. Celebrada ópera prima del director y guionista Steve McQueen. Obtuvo el Premio Cámara de Oro en el certamen ... [+]
13 de abril de 2010
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástico trabajo, difícilmente superable en casi todos los sentidos. Partiendo del punto de vista estético considero que el montaje es de un gran valor, llevando a cabo experimentos poco vistos antes. Una buena fotografía y unas actuaciones que sólo pueden ser tan buenas al nacer de una gran libertad de acción dejada en manos de los actores y de una excelente dirección (por supuesto ambas cosas no son contradictorias). Entre las actuaciones quisiera destacar la de Stuart Graham, quien aparece como funcionario de prisiones. Sus modales impasibles y movimientos rutinarios, su expresión fría y su dolor contenido llegan a poner los pelos de punta en varias ocasiones. Ni que decir de la conversación entre Bobby Sands (Michael Fassbender) y un párroco católico (Liam Cunningham) con 17 minutos en el mismo plano. Este es el punto cumbre del film, donde se canaliza toda la fuerza que va ganando progresivamente y desde donde llegamos al final conocido por todos, ahí está el "quid" de la cuestión. Este es uno de los puntos donde Steve McQueen se encumbra como un genial director, interesado en ir más allá (diría en la verdad, pero ésta es algo tan relativo que sería pretencioso por mi parte utilizar semejante palabra). Es un film atrevido porque, entre otras cosas, viene a desmitificar en cierto sentido la mitologizada figura de Bobby Sands. Y es que el director se niega a hablar de justicia o injusticia, más bien habla de sentimientos, miedos* y creencias**. Desde el mismo momento de su muerte Sands consiguió lo que pretendía: convertirse en un símbolo de la lucha armada, centrar la atención pública mundial, mostrar a los británicos como sádicos intransigentes y provocar una ola inmensa de alistamientos al Ejército Republicano que insufló aire durante varios años más al movimiento.
Al mismo tiempo el director muestra una imagen de los leales al Reino Unido inflexible e inquebrantable (aunque vemos un ejemplo de debilidad). Podemos llegar a entender como en un contexto de agudos marcos de referencia la misma presión social puede empujar a los individuos a actuar de un modo impensable en condiciones normales. La película contiene fragmentos de discursos de Tatcher, quien siempre actuó de un modo firme, completamente falta de compasión, transformando las llamadas a la humanidad de Sands (busca la compasión, cómo ella dice) en odio o, cuanto menos, repugnancia promoviendo la más absoluta supraindividualidad.
La película viene a intentar aportar cierta claridad sobre un tiempo muy oscuro de la historia reciente de Europa. Los individuos que vemos en el film son deudores de unos agudos marcos de referencia firmemente asentados en la mentalidad de la sociedad norirlandesa durante largo tiempo, los procesos en los que participan parecieron imparables e inevitables, tal y como quiere mostrar Sands con su determinación. Por fortuna las cosas en Irlanda del Norte son muy diferentes hoy por hoy.
Al mismo tiempo el director muestra una imagen de los leales al Reino Unido inflexible e inquebrantable (aunque vemos un ejemplo de debilidad). Podemos llegar a entender como en un contexto de agudos marcos de referencia la misma presión social puede empujar a los individuos a actuar de un modo impensable en condiciones normales. La película contiene fragmentos de discursos de Tatcher, quien siempre actuó de un modo firme, completamente falta de compasión, transformando las llamadas a la humanidad de Sands (busca la compasión, cómo ella dice) en odio o, cuanto menos, repugnancia promoviendo la más absoluta supraindividualidad.
La película viene a intentar aportar cierta claridad sobre un tiempo muy oscuro de la historia reciente de Europa. Los individuos que vemos en el film son deudores de unos agudos marcos de referencia firmemente asentados en la mentalidad de la sociedad norirlandesa durante largo tiempo, los procesos en los que participan parecieron imparables e inevitables, tal y como quiere mostrar Sands con su determinación. Por fortuna las cosas en Irlanda del Norte son muy diferentes hoy por hoy.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
* El comienzo de la película con Stuart Graham comiéndose el breakfast preparado por su mujer antes de ir al trabajo. Éste asomándose a la calle y mirando a ambos lados mientras ella mira por la ventana, atenazada por un temor que se sabe diario, viendo como su marido comprueba los bajos del coche. Mientras tanto el cielo plomizo de Belfast lo domina todo.
** En la conversación entre el párroco y Sands podemos ver cómo el primero pone en cuestión la necesidad tanto moral como práctica de llevar a cabo la huelga, además acusa veladamente a su amigo de haber perdido el contacto con la realidad (las cosas habían cambiado mucho por aquel entonces) y de afán de protagonismo. Sin embargo el segundo se aferra a sus convicciones llevando a cabo una hermosa comparación con un hecho de su pasado (el asesinato de un pequeño potrillo agonizante): cuando ninguno se atreve a dar un paso tan drástico como necesario alguien tiene que tomar la iniciativa, pero las cosas no se pueden dejar a medias. El director muestra una imagen de Sands fanática (en referencia al inquebrantable compromiso con su sistema de ideas), como alguien que está dispuesto a llegar al final al precio que fuere (de hecho el matrimonio de Sands se rompió porque la mujer no pudo soportar el estres producido por el compromiso de su marido).
** En la conversación entre el párroco y Sands podemos ver cómo el primero pone en cuestión la necesidad tanto moral como práctica de llevar a cabo la huelga, además acusa veladamente a su amigo de haber perdido el contacto con la realidad (las cosas habían cambiado mucho por aquel entonces) y de afán de protagonismo. Sin embargo el segundo se aferra a sus convicciones llevando a cabo una hermosa comparación con un hecho de su pasado (el asesinato de un pequeño potrillo agonizante): cuando ninguno se atreve a dar un paso tan drástico como necesario alguien tiene que tomar la iniciativa, pero las cosas no se pueden dejar a medias. El director muestra una imagen de Sands fanática (en referencia al inquebrantable compromiso con su sistema de ideas), como alguien que está dispuesto a llegar al final al precio que fuere (de hecho el matrimonio de Sands se rompió porque la mujer no pudo soportar el estres producido por el compromiso de su marido).