Tantos años de espera para... para una decepción mayúscula.

Prometheus vive de Alien, pero parece que Scott (quien ha declarado que no hay ninguna secuela buena de Alien... cuando la segunda parte es arte en estado puro) renuncia a Alien a pesar de querer beber de su éxito.
Se olvida de Alien y nos quiere colar una película diferente y fallida.

Antes, con la cinta original, nos consiguió introducirnos en un mundo frío. Pero era película llena de calor humano. De tensión y miedo.
Ahora, lo que antes se hacía con poco ahora se hace con mucho. Muchos medios pero hemos pasado del mundo frío del Nostromo al frío en general de Prometheus.
No hay nada que se salve de la película. Nada.
Una decepción enorme y una falta de respeto hacia el publico (sobretodo por un final que parece que quiere reconciliarse con el espectador pero... pero en verdad solo sirve para enervar más al público).
Reinventarse sí, sin duda. Tomar el pelo, no, por favor.

Da igual que sea una película técnicamente impecable. La película es fría, carente de alma, de tensión o de cualquier clase de emoción. Promete Prometheus, pero dar no da nada.

Bueno, nos da otra secuela... pero cinco años más tarde. Scott tardará 5 años en "regalarnos" una nueva entrega que aparentemente debía de reconcilar a Scott con los xenoformos... pero solo os diré que si comparamos la última trilogía de Star Wars con esta duología de los xenoformos: las de Star Wars parecen obras de arte merecedoras de 17 Oscars.