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España España · malaga
Voto de alcaide:
6
Ciencia ficción. Acción En el año 2159, los seres humanos se dividen en dos grupos: los ricos, que viven en la estación espacial Elysium, y todos los demás, que sobreviven como pueden en una Tierra devastada y superpoblada. Rhodes (Jodie Foster), una dura gobernante, promueve una rígida ley antimigración, cuyo objetivo es preservar el lujoso estilo de vida de los ciudadanos de la estación espacial. A pesar de ello, los habitantes de la Tierra harán todo lo ... [+]
17 de agosto de 2013
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Para todos aquellos que se quedaron atónitos viendo un coche metamorfosearse en robot y marcarse un baile, y disfrutaron con la originalidad, hace cuatro años, de Distrito 9, la película de ciencia ficción más deslumbrante e inteligentemente desagradable del nuevo milenio, decir que están de enhorabuena, pues su director, Neill Blomkamp, vuelve a primera plana de la actualidad cinematográfica con Elysium.

La denuncia social vuelve a ocupar el fondo argumental del universo Blomkamp, en esta ocasión en forma de certera alegoría sobre la cada vez más preocupante situación actual del planeta, masificado y con la riqueza en manos de unos pocos privilegiados, y eso que, pese a que aún nos falta más de una centuria para aproximarnos al año 2154 en que está ambientada, la terrible sombra de lo cercano planea sobre sus imágenes.

Eso al menos en lo que a su exposición inicial se refiere, porque no es menos cierto que, a medida que la trama se va desmadejando, el impacto inicial se diluye en favor de una acción bien cuidada, pero en exceso rutinaria y atropellada.

Un hecho que lastra en parte el resultado final, pero que también resulta disculpable, pues entendemos que a Blomkamp lo que de verdad le gusta es destrozar maquinaria robótica, hacer saltar en pedazos pequeños componentes envueltos en materia orgánica sanguinolenta, y en ese sentido, basta poner el piloto automático y dejarse llevar por su inigualable imaginario.

Del reparto, un Matt Damon siempre cumplidor, capaz de sujetar más de un tramo de la cinta con la encomiable capacidad de sufrimiento de su personaje, una Jodie Foster a la que siempre es un placer disfrutar, y por encima de todos, un descomunal Sharlto Copley, convertido en villano irracional y extremo, un cambio de registro sorprendente si atendemos a su noble Wikus de Distrito 9, que nada tiene que ver con tan brutal metamorfosis de la crueldad que escenifica Kruger, todo un hallazgo para los que disfrutamos con las maldades bien expresadas, sin ambages.

Como reflexión final, celebrar la continuidad de un realizador llamado a hacer grandes cosas en un género sobrado de buenas intenciones, pero bastante prodigo de visiones realmente imaginativas, mientras Blomkamp no se entregue más allá de lo razonable a los grandes presupuestos, y mantenga ese pesimismo vital y estético tan feroz, no dejaremos de seguirle la pista con merecido interés.
alcaide
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