La cantante Barbra Streisand dio inicio a su exigua pero triunfal carrera en el cine con este musical de William Wyler, por el cual ganó nada menos que el Oscar a la mejor actriz recreando parte de la vida de la influyente cantante, actriz y comediante Fanny Brice.

Wyler, más que en las correrías artísticas de la charlatana Brice/Streisand, pone el foco en sus aventuras románticas con un sonriente y elegante Omar Sharif, el cual se muestra obcecado con invitarla a cenar desde el primer instante en que la mira moviéndose torpemente encima de los patines sobre el escenario.

Narrada en flashback, la película flojea en sus momentos de humor, no consigue transmitir la requerida emoción en las escenas dramáticas, y cae en un excesivo ensimismamiento cuando entra en juego el componente sentimental.

Además no provocan apenas entusiasmo ni las canciones (entre ellas la famosa "People") ni unos números musicales que en vez de ambientados en la época en la que debería transcurrir la acción si se tiene en cuenta el período biografiado (primeras décadas del siglo XX), parecen mucho más cercanos estéticamente al tiempo en el que se rodó el film (finales de los años 60).

Es una lástima el poco provecho que se les saca a los personajes de Walter Pidgeon y Anne Francis, dos magníficos intérpretes que hacían (y muy bien) de padre e hija en el clásico de ciencia-ficción "Planeta Prohibido" (1956).