Prometheus, medio secuela, medio imecilidad sin sentido, con los mejores científicos de la Tierra, que van en una misión en base a una pintura rupestre de hace 30.000 años siguiendo las creencias personales de la científica más irracional del cine, pero que aún no saben qué tienen que hacer hasta llegar ahí, que se quitan los cascos nada más encontrar oxígeno en la atmósfera, con un biólogo que se asusta de cadáveres de los ingenieros pero se acerca a acariciar una víbora espacial que le está enseñando los dientes, un geólogo con un mapa en 3d que se pierde en los túneles de la cueva, el líquido ese negro que a las mujeres las hace parir pulpos, a los hombres los convierte en zombis, a los ingenieros los disuelve...vamos, que actúa según pida el guión, que como armas para un viaje espacial toman lanzallamas que requieren oxígeno para funcionar, cuya jefa tiene un equipo médico tecnofuturista que sólo trata hombres en su habitación, que se caga en los Space Jokeys y los convierte en tipos con un físico calcado al que el gato Tom tenía en los capítulos de Tom & Jerry cuando se ponía globos bajo la ropa para parecer musculoso, que reproduce bien todo lo que podría haber pasado en el planeta LV-426, solo que en otro planeta cagándose en el concepto de precuela.