... al primer ministro zumbándose al cerdo.
Me gusta como se llevan al principio las reacciones de la gente con su crueldad morbosa, el poder de las encuestas, y del periodismo, sin escrúpulos, y el gobierno, tratando de taponar la brecha de un iceberg contra un barco con el dedo pulgar, son sumamente creíbles.
El planteamiento base, es complicado de aceptar, por muy princesa del pueblo que sea la secuestrada, pero, digamos que lo podemos hacer para dejar que se desarrolle la idea posterior, que es interesante... Sin embargo la trama deja de ser creíble a medida que nos acercamos al climax, por ejemplo, la gente, de repente (después de una hora dándole duro al cerdo, que que paciencia el pobre bicho) le entran sentimientos y gira la cabeza horrorizada, o la asesora metiendo una absurda presión bastante inverosimil... en fin, detalles que a lo mejor se podrían haber tratado mejor y que desvirtúan la solidez de la puesta en escena.
Entretenida e interesante, la conclusión es que a Lady Godiva, hoy en día, le hubiesen visto las tetas todos... lo cual veo quizás no muy piadoso, pero si bastante menos enfermo, y ese es el problema que este minicapítulo plantea, la falta de solidaridad real, que los legendarios coetaneos de Godiva "tuvieron" y que bien vale un 7.