Tengo una alma gemela en esta página con la que hace años establecí una muy buena relación. Me conoce bien y la semana pasada me "recomendó" esta película.

Mi vecina, Lupe, que es ecologista, amante de los animales, recicla los plásticos, el cartón, los bricks, las pilas, los cristales y hasta las maquinillas de afeitar del marido (¿Existen contenedores para tal fin?) Pues bien, Lupe, siempre me ha producido una gran desconfianza. Si... las personas correctas y muy buenas que alimentan con pan a los patos de los parques, me hacen sospechar. Como sé que tiene la colección más grande de películas en DVD de Europa, le pregunté por esta, y me la pasó diciendo que era maravillosa.
-Es una de mis favoritas.
-Es que tu eres "muy" del cuidado de los animales -Le dije con toda mi mala leche y una gran sonrisa.

Me puse a verla con todo el escaso cariño que soy capaz y de pronto se despertó mi vena homicida. Cuando le envié un WhatsApp a mi amigo Alma Gemela me respondió:
-Necesito que sueltes tu veneno y hagas crítica.

Pues a ello voy:
La navidad pasada, concretamente el día 24, llamé a la madre de Lupe en la residencia donde se encuentra desde hace tres años. Siempre me unió a ella un gran afecto, por la soledad en compañía de que disfrutaba, junto a Lupe, su propia hija y su yerno.
Me dijo que nadie la había llamado,y que pasaría esa noche allí. Durante más de una hora permití que me contara sus cosas cotidianas, alejada durante esos minutos, de su realidad.

Cuando le devolví la película a Lupe, le comenté que era una película estupenda, que resaltaba el respeto hacia los animales, la ecología y... le pregunté por su madre.
-Está muy desorientada, ya casi no conoce... vive en otro mundo.
-Que curioso -Respondí- Como se deterioran las personas mayores en poco tiempo; hace tres meses, cuando hablé con ella el 24 de diciembre, la encontré bastante bien; aunque estaba muy triste por tener que pasar sola la navidad...