Otra película más creada porque a Morgan Freeman le van los temas de ocultismo y sociedades secretas. Como película es un despropósito de violencia sin sentido; un abuso excesivo de recursos novedosos y chocantes como los disparos con efecto, que logran cansar al espectador.

El final es desesperante porque intentan complicar cada vez más y más una trama ya de por si absurda, eso sí, llegando al final esperado por todo el mundo, sin sorprender, simplemente complican la trama de manera innecesaria.

En general tiene unos pocos segundos chocantes que de haber encajado de otra forma hubiesen formado un film novedoso y posiblemente un referente a un estilo en el futuro como pasó con Matrix hace ya unos 9 años. Puntuación (3 sobre 10)