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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
1
Thriller. Acción. Drama. Cine negro Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
9 de febrero de 2013
27 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de ver una película siempre me gusta echar un vistazo a las críticas y para ello suelo ordenarlas por voto. Mis favoritas son las que tienen un montón de páginas de dieces y un montón de unos, vamos, las que despiertan pasiones de uno u otro lado.

Y normalmente en ese tipo de películas yo, como buena radical antisistema, estoy con los dieces o con los unos, nunca en ese término medio en el que, según dicen los que saben, está la virtud. Y con Drive no podía ser menos. O un 10 o un 1, no caben medias tintas.

Ryan Gosling, para mí el bello Ryan, merece un 10 sin paliativos, simple y llanamente porque es guapo y porque me pone y eso para mí tiene un valor, oye. Pero claro, si durante toda la película abre la boca algo así como dos veces y su actuación se basa en pasearse con una chaqueta bomber superfashion con mogollón de manchas rojas cual recién salido de la tomatina de Buñol... seamos serios, ahí pierde un montón de puntos.

Y ahora, si eso, hablamos de Carey Mulligan. Que no tengo yo nada contra esta chica, partamos de esa premisa. Pero si Gosling no abre la boca para decir ni mu y ya tenemos un mudito en la peli... a qué viene que ella le haga los coros?

La historia básicamente nos cuenta una pasión silenciosa. Él mira y calla y ella mira, calla y sonríe. Él además de mirar y callar, a ratos mata. Ella erre que erre, mira, calla y sonríe. Hablar, hablan más bien poco, pero hay que ver lo que se miran y se remiran. Follar, tampoco follan, que se vea por lo menos, pero si las miradas follaran estos dos serían pura pornografía.

Y luego matar sí que se mata. Y con poca delicadeza, para ser sinceros. No se mata así de un tiro o una cuchillada certera, plan cruzdenavajas, no, para nada. Se mata con inquina, con regodeo, con delectación y sanguinolencia. Se mata a lo feo, a lo Tarantino, a lo visceroide... pos eso, a lo tomatina de Buñol.

En definitiva, que el señor Refn (no confundir con Renfe, porque no tienen nada que ver y además Refn no regala caramelos por ver su película) nos deleita a base de bien con un sandwich mixto de agónicos silencios, enigmáticas sonrisas de significado incierto y kilos y kilos de ketchup, algo de casquería urbana y una mijita de cosmopaletismo, que es el arte de parecer un neoyorkino superguaydemorirse siendo simple y llanamente un pueblerino danés con ínfulas, mondo y lirondo. Vamos, que un uno.
Talía666
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