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Voto de artabro:
5
2019
Lauren Schmidt (Creadora), Alik Sakharov ...
6,3
16.514
Serie de TV. Fantástico. Aventuras
Serie de TV (2019- ). 3 temporadas. Geralt de Rivia, un cazador de monstruos mutante, viaja en pos de su destino por un mundo turbulento en el que, a menudo, los humanos son peores que las bestias. Adaptación a la televisión de la saga literaria de Andrzej Sapkowski, que dio a su vez origen a una trilogía de prestigiosos videojuegos. (FILMAFFINITY)
Renovada por una 4ª temporada.
Renovada por una 4ª temporada.
13 de marzo de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero, una advertencia. No he jugado a ninguno de los videojuegos de The Witcher, pero sí me había leído los tres primeros libros de la saga de Sapkowski antes de ver la serie. Por tanto, mi valoración está condicionada por estos factores.
¡Y de qué manera! Los libros me atraparon. Primero por el estilo del autor, alejado de la narración típica anglosajona, con un lenguaje rico y una sintaxis con aroma añejo. Después, por sus personajes; los principales, ricos, llenos de matices que se descubren poco a poco y los secundarios vivos aunque apenas estén descritos con un par de trazos. Y por último, por el mundo que va creando. Sapkowski consigue huir tanto de un mundo en blanco y negro, como de la tendencia más moderna que consiste en una escala de grises que en realidad enmascara un escala de tonos color mierda. Hay mal y hay bien y los personajes eligen uno u otro, pero sabiendo que la realidad es compleja y que a veces no se puede elegir el bien que uno quisiera.
Tras ver la serie, me intrigó sobremanera cómo pudieron convertir todo eso en una masa amorfa, llena de lugares comunes y con personajes de profundidad nanométrica. Desgraciadamente, me imagino que la respuesta está en cierto estilo moderno de afrontar proyectos creativos, especialmente películas y series: todo está hecho a base de esquemas y resúmenes.
Es evidente que se han leído los libros para hacer la serie, pero después han reducido cada elemento (personaje, trama, raza, etc.) a un esquema que quepa en una hoja o, mejor, en un párrafo. Y después, a partir de dichos esquemas, sin volver a las fuentes, han construido la serie.
Así, por ejemplo, en cada episodio, ante cada monstruo o peligro al cual se enfrentaba el brujo Geralt de Rivia, tomaron el esquema realizado. ¿Qué monstruo es?, ¿cuáles son sus motivaciones?, ¿cómo es derrotado? y después, con el resumen de capítulo del libro del que salió la aventura (un resumen que se limita a un par de párrafos), construyen todo lo demás, buscando cierta coherencia con el resto de capítulos. Pero esto, que queda muy bonito sobre el papel y hace parecer muy profesionales de la narración a sus constructores, se viene abajo con un universo denso y lleno de matices como es el de The Witcher. Es decir, el punto de origen, el de destino y algunos puntos clave de la trama pueden estar ahí, pero todo lo demás no. Y en vez de llevarnos por una bonita carretera panorámica, nos llevan por una autopista anodina.
Se pierde el alma, los personajes están acartonados y para explicar sus actuaciones acuden a una única motivación. Se pierde el tono, el mundo en el que se desarrolla la trama está demasiado modificado y simplificado para que parezca todo mucho más canalla. Pero, lo peor de todo, se pierden las tramas principales (las relaciones entre Ciri y Geralt y Geralt y Yennefer) que se desarrollan mientras suceden las aventuras de esta primera temporada. Se pierden porque están construidas en base a un esqueleto endeble, el resumen de un resumen y, a partir de ahí las han vuelto a desarrollar, dándoles un recorrido que no puede nunca casar tan bien como el material base, despreciado en una de las fases de simplificación-esquematización.
Al principio de la serie anhelaba ver en pantalla el cuento "Un pequeño sacrificio". Después, supliqué para que no estuviera, después de ver los destrozos con "El confín del mundo" o "Las fronteras de lo posible".
No todo es malo. Las peleas del brujo están bien rodadas, notables efectos especiales y los escenarios y la fotografía tienen algunos puntos de gran calidad (aunque el desastre de la batalla de Sodden deja un pésimo sabor de boca). Por lo tanto, si andas buscando una serie con acción, peleas con puños, espadas, algo de magia, ambientación medievaloide y la narración no te importa demasiado, puede gustarte. Si quieres "algo más", vete a los libros.
En realidad, debí imaginármelo cuando vi a ese Geralt de Rivia con sólo una espada. Los brujos llevan dos. Mitad de espadas, mitad de calificación.
Más detalles en la zona de destripe.
¡Y de qué manera! Los libros me atraparon. Primero por el estilo del autor, alejado de la narración típica anglosajona, con un lenguaje rico y una sintaxis con aroma añejo. Después, por sus personajes; los principales, ricos, llenos de matices que se descubren poco a poco y los secundarios vivos aunque apenas estén descritos con un par de trazos. Y por último, por el mundo que va creando. Sapkowski consigue huir tanto de un mundo en blanco y negro, como de la tendencia más moderna que consiste en una escala de grises que en realidad enmascara un escala de tonos color mierda. Hay mal y hay bien y los personajes eligen uno u otro, pero sabiendo que la realidad es compleja y que a veces no se puede elegir el bien que uno quisiera.
Tras ver la serie, me intrigó sobremanera cómo pudieron convertir todo eso en una masa amorfa, llena de lugares comunes y con personajes de profundidad nanométrica. Desgraciadamente, me imagino que la respuesta está en cierto estilo moderno de afrontar proyectos creativos, especialmente películas y series: todo está hecho a base de esquemas y resúmenes.
Es evidente que se han leído los libros para hacer la serie, pero después han reducido cada elemento (personaje, trama, raza, etc.) a un esquema que quepa en una hoja o, mejor, en un párrafo. Y después, a partir de dichos esquemas, sin volver a las fuentes, han construido la serie.
Así, por ejemplo, en cada episodio, ante cada monstruo o peligro al cual se enfrentaba el brujo Geralt de Rivia, tomaron el esquema realizado. ¿Qué monstruo es?, ¿cuáles son sus motivaciones?, ¿cómo es derrotado? y después, con el resumen de capítulo del libro del que salió la aventura (un resumen que se limita a un par de párrafos), construyen todo lo demás, buscando cierta coherencia con el resto de capítulos. Pero esto, que queda muy bonito sobre el papel y hace parecer muy profesionales de la narración a sus constructores, se viene abajo con un universo denso y lleno de matices como es el de The Witcher. Es decir, el punto de origen, el de destino y algunos puntos clave de la trama pueden estar ahí, pero todo lo demás no. Y en vez de llevarnos por una bonita carretera panorámica, nos llevan por una autopista anodina.
Se pierde el alma, los personajes están acartonados y para explicar sus actuaciones acuden a una única motivación. Se pierde el tono, el mundo en el que se desarrolla la trama está demasiado modificado y simplificado para que parezca todo mucho más canalla. Pero, lo peor de todo, se pierden las tramas principales (las relaciones entre Ciri y Geralt y Geralt y Yennefer) que se desarrollan mientras suceden las aventuras de esta primera temporada. Se pierden porque están construidas en base a un esqueleto endeble, el resumen de un resumen y, a partir de ahí las han vuelto a desarrollar, dándoles un recorrido que no puede nunca casar tan bien como el material base, despreciado en una de las fases de simplificación-esquematización.
Al principio de la serie anhelaba ver en pantalla el cuento "Un pequeño sacrificio". Después, supliqué para que no estuviera, después de ver los destrozos con "El confín del mundo" o "Las fronteras de lo posible".
No todo es malo. Las peleas del brujo están bien rodadas, notables efectos especiales y los escenarios y la fotografía tienen algunos puntos de gran calidad (aunque el desastre de la batalla de Sodden deja un pésimo sabor de boca). Por lo tanto, si andas buscando una serie con acción, peleas con puños, espadas, algo de magia, ambientación medievaloide y la narración no te importa demasiado, puede gustarte. Si quieres "algo más", vete a los libros.
En realidad, debí imaginármelo cuando vi a ese Geralt de Rivia con sólo una espada. Los brujos llevan dos. Mitad de espadas, mitad de calificación.
Más detalles en la zona de destripe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Voy a poner algunos ejemplos de cómo la simplificación y esquematización de tramas y personajes han dañado a la serie.
A Yennefer la han convertido en un ser cuya única motivación es la maternidad, capacidad perdida cuando se hizo una bella hechicera. Y, aunque es verdad que en el libro ella desea ser madre, la mueven muchas más cosas que esa. Han convertido casi su relación con Geralt en la elección de un padre para su criatura.
Calanthe en los libros es brava, pero no gañana, como aparece en la serie, con los modales de una choni en madrugada de sábado. En los libros es elegante, sabia y juiciosa. En la serie es paranoica, sanguinaria y no muy despierta.
Geralt en los libros puede ser parco en palabras, pero tiene amistades y no le cuesta mucho entablar relaciones. En la serie, si le sacas algo más que un gruñido, ya es un triunfo. Su relación con Jaskier está totalmente transformada desde una amistad total al desprecio.
La trama del dragón. Ya me podría quejar con el desarrollo del capítulo, introduciendo innumerables variaciones respecto al original, con el fin de resaltar todavía más a los personajes de Geralt y Yennefer. Y más me podría quejar de cómo la aparición del dragón dorado y su identidad se convierte en un anticlimax horroroso en la serie. Pero lo peor es que el mensaje, positivo o, al menos, esperanzador que da el dragón dorado en el libro se convierte en desolador en la serie. Es uno de los casos más notables de cambio de tono que introduce la serie.
La serie presenta los hechos desordenados, sí y fue una decisión consciente y con escasa justificación. En el libro no hay un orden totalmente lineal hasta la segunda mitad del segundo libro, pero la serie se vio obligada a poner tramas en distintos momentos de tiempo porque tomó la decisión de convertir el proceso de conversión de Yennefer en hechicera y la huida y peripecias de Ciri desde la caída de Cintra en tramas transversales de la temporada. Lo peor de todo es que ninguna de estas dos tramas se desarrolla realmente en los libros, prácticamente todo es inventado para la serie... y se nota para mal. Está todo estirado y lleno de diálogos y situaciones pueriles, que pretenden ser profundos y se quedan en vacíos. Lo peor es que se cargan por el camino la construcción de la relación entre Geralt y Ciri, muy tierna en los libros, a algo tan pedestre como "estamos destinados el uno para el otro", "eres la elegida", "soy tu protector". Y sí, esto subyace en los libros, pero con unos giros y matices que lo hacen delicioso.
Y de la batalla de Sodden no voy a dar detalles. Dio la sensación de que el dinero y la imaginación (no pudieron sacar nada de los libros, ya que no se muestra ahí y apenas se habla de lo pasó) se acabaron al empezar el capítulo. No se puede ser más cutre tanto en la puesta en escena, como en el desarrollo de la propia batalla. Pero casi lo peor es que el intento de meter y mezclar todas las tramas en ese punto, hizo que perdiésemos otro bello momento de los libros, la ascensión de Geralt a la colina para leer, en el monumento erigido allí, los nombres de los hechiceros caídos en la batalla.
Desgraciadamente, por último, me quedo con la sensación de que han deseslavizado conscientemente la saga, considerando que la audiencia es incapaz de entender narrativas que se salgan de las tópicas. Incluso a veces tuve la sensación de que estaban boicoteando su propio producto, de los cambios a peor introducidos, casi buscando su fracaso para justificar volver a las narrativas escritas por autores anglosajones. No quiero caer en la paranoia, pero el hecho es que lo mejor de The Witcher es su visión diferente del mundo y aquí la han estandarizado notablemente sin razón aparente. Una pena.
Leed los libros.
A Yennefer la han convertido en un ser cuya única motivación es la maternidad, capacidad perdida cuando se hizo una bella hechicera. Y, aunque es verdad que en el libro ella desea ser madre, la mueven muchas más cosas que esa. Han convertido casi su relación con Geralt en la elección de un padre para su criatura.
Calanthe en los libros es brava, pero no gañana, como aparece en la serie, con los modales de una choni en madrugada de sábado. En los libros es elegante, sabia y juiciosa. En la serie es paranoica, sanguinaria y no muy despierta.
Geralt en los libros puede ser parco en palabras, pero tiene amistades y no le cuesta mucho entablar relaciones. En la serie, si le sacas algo más que un gruñido, ya es un triunfo. Su relación con Jaskier está totalmente transformada desde una amistad total al desprecio.
La trama del dragón. Ya me podría quejar con el desarrollo del capítulo, introduciendo innumerables variaciones respecto al original, con el fin de resaltar todavía más a los personajes de Geralt y Yennefer. Y más me podría quejar de cómo la aparición del dragón dorado y su identidad se convierte en un anticlimax horroroso en la serie. Pero lo peor es que el mensaje, positivo o, al menos, esperanzador que da el dragón dorado en el libro se convierte en desolador en la serie. Es uno de los casos más notables de cambio de tono que introduce la serie.
La serie presenta los hechos desordenados, sí y fue una decisión consciente y con escasa justificación. En el libro no hay un orden totalmente lineal hasta la segunda mitad del segundo libro, pero la serie se vio obligada a poner tramas en distintos momentos de tiempo porque tomó la decisión de convertir el proceso de conversión de Yennefer en hechicera y la huida y peripecias de Ciri desde la caída de Cintra en tramas transversales de la temporada. Lo peor de todo es que ninguna de estas dos tramas se desarrolla realmente en los libros, prácticamente todo es inventado para la serie... y se nota para mal. Está todo estirado y lleno de diálogos y situaciones pueriles, que pretenden ser profundos y se quedan en vacíos. Lo peor es que se cargan por el camino la construcción de la relación entre Geralt y Ciri, muy tierna en los libros, a algo tan pedestre como "estamos destinados el uno para el otro", "eres la elegida", "soy tu protector". Y sí, esto subyace en los libros, pero con unos giros y matices que lo hacen delicioso.
Y de la batalla de Sodden no voy a dar detalles. Dio la sensación de que el dinero y la imaginación (no pudieron sacar nada de los libros, ya que no se muestra ahí y apenas se habla de lo pasó) se acabaron al empezar el capítulo. No se puede ser más cutre tanto en la puesta en escena, como en el desarrollo de la propia batalla. Pero casi lo peor es que el intento de meter y mezclar todas las tramas en ese punto, hizo que perdiésemos otro bello momento de los libros, la ascensión de Geralt a la colina para leer, en el monumento erigido allí, los nombres de los hechiceros caídos en la batalla.
Desgraciadamente, por último, me quedo con la sensación de que han deseslavizado conscientemente la saga, considerando que la audiencia es incapaz de entender narrativas que se salgan de las tópicas. Incluso a veces tuve la sensación de que estaban boicoteando su propio producto, de los cambios a peor introducidos, casi buscando su fracaso para justificar volver a las narrativas escritas por autores anglosajones. No quiero caer en la paranoia, pero el hecho es que lo mejor de The Witcher es su visión diferente del mundo y aquí la han estandarizado notablemente sin razón aparente. Una pena.
Leed los libros.