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Voto de juancontreras:
7
Ciencia ficción. Acción Sarah Connor (Linda Hamilton) y Grace (Mackenzie Davis), una híbrido de cyborg y humano, deberán proteger a una joven del Rev-9, un nuevo Terminator que viene del futuro. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más captó mi atención de Terminator: Dark Fate, fue que los personajes mexicanos, secundarios y extras, son casi todos actores españoles ampliamente reconocidos en su país.

Aparecen: Tristán Ulloa, Alicia Borrachero, Daniel Ortiz, Enrique Arce (el Arturito de La Casa de Papel), Mario de la Rosa, Tábata Cerezo, Ana Batuecas. Sale hasta Mona Martinez (Vis a Vis) como vendedora de tamales. Interpretando a una pareja de cholos están Claudia Trujillo y Daniel Ibáñez, dos nuevos valores de la actuación en España.

Todos estos actores son creíbles como mexicanos, y resulta que el único actor nacional es Diego Boneta (el Luis Miguel de la serie de Netflix).

México es perfecto para recrear escenarios -y personas- de España. Y al parecer, esto funciona también a la inversa. Lavapiés, San Blas y varias zonas de Ciudad Lineal fueron algunas de las locaciones para el rodaje de esta nueva entrega. Es cierto que estos sitios se parecen poco a la Ciudad de México, donde se desarrolla parte de la historia. Tal vez son más como Tecámac en el Estado de México, donde también acontece la trama. La película es poco fiel al aspecto real de los lugares, pero funciona el subterfugio.

Sobre la película en sí, Dark Fate reajusta la franquicia de Terminator, la cual siempre ha prosperado en secuencias de acción bien fundamentadas y prácticas, y deja en claro que si bien, este es el papel distintivo de Schwarzenegger, el ingrediente clave que hizo a estas películas funcionar fue Linda Hamilton.

He defendido siempre las primeras dos películas de la cronología. Una sociedad que evita la ruina robótica, y que aun así se tambalea al borde de la extinción durante décadas, antes de hundirse por completo. Generando temor a un apocalipsis que tiene 20 años de retraso; es una idea que me sigue fascinando.

Da nostalgia escuchar el Tema de Terminator compuesto por Brad Fiedel, rola que en los buenos tiempos reversionara el gran proyecto electro-industrial Wümpscut, allá por el 97.

Veo también con nostalgia cómo las sagas de nuestra infancia están cerrando ciclos; Rambo, Terminator, Star Wars. Los cines de cuando eramos niños ahora son ‘pares de sufrir’. Las farmacias de la esquina se están transformando en Miniso. Las actrices que en mi niñez eran para chavitos, ahora recomiendan la autoexploración. Las fotos de la primaria ya me hacen bullying. Y yo… ya me siento viejo. Pero, en este siglo tan vertiginoso, prácticamente recordamos con nostalgia cosas que pasaron ayer.
juancontreras
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