Allá por 2001 estrenaron The Fast and the Furious, aquí en España llamado desgraciadamente "A todo gas".
Yo tenía unos 14 años cuando la vi, me encantaba el tuning, y las carreras de Dom Toreto y Brian O´Connor.
Qué iba yo a pensar que a estas fechas estaría en el cine viendo la séptima parte de la saga.
Una saga que poco a poco va a mejor, que ya no existe el tuning pero que siguen habiendo coches, más acción espectacular y ya se le tiene más cariño a los protagonistas.
Hay guiños a la primera, tercera y sexta parte, y en menor medida también a la cuarta y quinta parte.
Evidentemente si vas a ver esta película, tu motivación no va a ser por el guión, sino por pasar más de dos horas sin pestañear con increíbles escenas de acción. Sí, espectaculares, de esas que dices "anda ya, eso es imposible", ¿y qué?, es como ir al cine a ver SuperMan y decir "que rollo que ese de la capa vuele".
Esta vez el malo de la película es el mejor de toda la saga, el gran Jason Statham.
Emotiva despedida a Paul Walker, se le echará de menos.
El único pero es que ponen demasiadas escenas en los trailers, si no habéis visto el trailer del film, no lo veáis e ir directamente a ver Furious 7.
En definitiva, si te gustaron las anteriores entregas, esta la disfrutarás, y si no has visto ninguna pero quieres pasar un rato entretenido, también es recomendable.