Es casi imposible no caerse rendido ante aquel grupo de científicos poco ortodoxos que se hacen llamar los Cazafantasmas y que sin querer logran salvar el mundo de la destrucción y la maldición de un dios sumerio.

Un verdadero valor sentimental para todos aquellos que disfrutaron de su visionado durante su estreno, que por cierto fue un éxito en taquilla; y un tremendo placer obligatorio para todo aquel que a pesar de no ser de esa época es maravillado ante su inocente diversión.

Esta mierda es sin duda una de las películas más representativas de la década de los 80, la combinación de comedia, romance y fantasía es sumamente de puta madre. Un punto y aparte aquella canción de Ray Parker Jr. que repita una y mil veces Ghostbuster!, realmente inolvidable. ¿Qué más puedo decirles? Imperdonable si aún no la has visto.