Nada, eso es la nueva película de Gerardo Herrero, un auténtico churro que parece hecho con prisas, con poco interés (las escenas están filmadas sin ninguna gracia) y con la idea de dar un toque femenino al policíaco habitual.

Para nuestra desgracia, nada funciona. Los personajes están hechos a base de clichés (sobre todo Maribel Verdú, cuyo personaje en vez de tener una identidad propia no es más que copias de diversos personajes), subtramas patéticas (todo lo que tiene que ver con Daniel Grao o con Roberto Álamo) y una resolución cuánto menos decepcionantes.

El trabajo actoral, tampoco es nada del otro jueves (Verdú fallida y Garrido con el piloto automático). Tampoco encuentro sentido a la estructura del filme, con un personaje del que podemos ver su vida privada (limitada a ver como bebe, fuma y se acuesta con un periodista) mientras que del otro no vemos absolutamente nada (a excepción de una vez que se emborracha). Con lo cuál tenemos una protagonista que no es más que un retazo de tópicos y otro protagonista de la que no sabemos nada.

Y entre que eso y el caso en sí no tiene mucho jugo (conversaciones vacías, pocos asesinatos, investigaciones de hacendado y pocos sospechosos/sospechosas).

Con lo cuál el filme acaba siendo nada más que una copia de aquellos policiales setenteros que han quedado desfasados hace tiempo (cosa que se puede ver en el primer diálogo entre las protagonistas, prácticamente un calco ya visto mil veces).

Y para colmo, el final es demencial.