Hay dos palabras que normalmente no suelo poner juntas: galimatías y entretenimiento.

Normalmente, un filme el cual está cada dos por tres, cambiando las reglas, haciendo trampas de guión, con unos personajes algo huecos y unas situaciones (los diálogos de Travolta) que dejan a uno preocupado.

Pero, por otro lado. Bienvenidos al entretenimiento, los continuos flashbacks, los personajes (en especial Connie Nielsen) y los diversos cambios (uno acaba sin saber muy bien que creer) que se suceden.

No miro el reloj y aunque al final, me quedo sorprendido, sin saber muy bien lo que he visto y analizando las constantes trampas que me ha puesto el filme, lo considero, un filme loable. En cuanto al entretenimiento, lo consigue.

Es algo como Juegos Salvajes (aunque aquella tenía menos giros de guión y era más entretenida y con mejores personajes) aquí hay personajes que son poca cosa, pero al menos es visionable.

Para verla sin tener grandes expectativas.