-No, yo fui a Craigi, Craignewton. Solo puse lo del Royal Edimburgh College para ayudarme conseguir el empleo. Hay demasiada discriminación en esta ciudad tío. Porque las dos son escuelas, ¿no? Y estamos todos en el mismo barco. Y yo quería hacer hincapié en la idea general, evitando los detalles y tal. Porque la gente se obsesiona con los detalles, como: ¿A qué colegio fui? ¿Cuántos aprobados tengo? Podrían ser seis, podrían ser…cero. ¡Eso no importa! Lo que importa es que yo existo, ¿no?
-Sr. Murphy. ¿Quiere usted decir que mintió en su solicitud?
-No, bueno, sí. Sólo para meter el pie en la puerta. Demostrando que tengo iniciativa.
-Pero a usted le ha enviado aquí la oficina de empleo. No tenía la necesidad "meter el pie en la puerta” como usted dice.
-Sí de acuerdo, lo que tú digas, tío. Lo siento. Tú eres el menda del sillón. Yo me limito a estar aquí. Bueno, es obvio que estoy aquí y tal…
-Sr. Murphy, ¿qué es lo que le atrae exactamente de la industria del ocio?
-Que mi placer… mi placer está en el ocio de los demás.
-¿Considera usted que tiene algún defecto?
-Sí, soy un pelín perfeccionista y tal. Sí, lo soy. Verá... para mí, todo tiene que ser lo mejor o si no nada. Como si en cuanto las cosas se pusieran un pelín chungas… todo me la sudara.
Sin embargo hoy tengo buenas vibraciones con lo de la entrevista, buen rollete, todo bien, ¿no?
-Gracias, Sr. Murphy. Ya le informaremos.
-El placer ha sido mío, tío.