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España España · Bilbao
Voto de aMule:
7
Comedia. Romance Julian Winston (Walter Matthau) es un soltero cuarentón que va por la vida de seductor. Su última amante es la caprichosa e infantil Tonie Simons (Goldie Hawn), a la que hace creer que está casado y tiene tres hijos, es decir, que no es libre para casarse con ella. Julian es dentista y tiene una recepcionista sueca llamada Stephanie Dickinson (Ingrid Bergman), que lleva diez años desviviéndose por él. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto... Flor de cactus...
https://www.filmaffinity.com/es/film262341.html

Un 7. En realidad la he vuelto a ver, pero ha sido como verla casi por primera vez. Es una película que vería bastante joven, así que, no la recordaba, y seguramente tampoco la entendería del todo. Ahora ha sido distinto.

Es una comedia típica de aquella época. Un enredo romántico de machismo ficción. Y la he disfrutado un montón, sobre todo por el elenco. Pero, para ello, hay que ser capaz de situarse en la época, y de ser consciente de lo que por aquel entonces entraba dentro de los parámetros aceptables.

Y es que Walter Matthau era un buen actor de la época, pero Ingrid Bergman era maravillosa, y, a su modo, también Goldie Hawn.

Esta última siempre me alucinó, porque, aunque no me parecía guapa, siempre tenía una actitud picarona. Pero era picarona de una forma muy natural. Siempre la ponían como reclamo sexual, con minifaldas y ropas picantes. Pero ella no hacía nunca un gesto provocativo ni ñoño. Esto es, no se ponía a enseñarte el culo, o las bragas, o que fuera, lo que resultaría ordinario, pero tampoco hacía nada por taparse si se le veía, lo que hubiese resultado ñoño o rancio, resultando, por contra, muy fresco y natural. Y eso me ganó de ella, porque sus personajes siempre eran un poco estilo Marilyn Monroe, haciéndose la tonta picante.

En este caso, como parte del enredo, hace de amante muy liberal y considerada. Un personaje totalmente irreal que sólo ella y poca gente más, puede interpretar de manera satisfactoria.

En el caso de Ingrid, está maravillosa, como es lo habitual. Claro que su personaje cae en lo de siempre de la época, y es la de hacer bueno al otro personaje al que ha estado poniendo en evidencia toda la película. Al final el macho listo y embaucador, que enamora a diestro y siniestro, mentira por aquí, mentira por allá, es conseguido por ella para su satisfacción.

Lo dicho, machismo ficción. Pero a mí me ha tenido con la sonrisa todo el rato en la boca.
aMule
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