Flor de cactus

Bueno, veo que a alguno no le hizo mucha gracia. La verdad es que para mi es una auténtica delicia, con sus diálogos chispeantes, que en algunos momentos recuerdan al mejor Wilder, y su radiante atmósfera neoyorkina de finales de los sesenta. Por supuesto la mayor parte del encanto reside en el reparto: Goldie, encarnando como nunca a la adorable e ingenua jovencita ideal, el simpar Walter Matthau, que hace reir solo con su presencia, pero sobre todo -¡sí, es ella!- la impagable eclosión en plena pista de baile de la que fue protagonista de Casablanca. La pantalla no puede menos que agradecérselo.

Pese a que la meta de las comedias es hacer reír al espectador, pocas logran un índice de risotadas como el de esta infravalorada película sesentera de aire moderno de Gene Saks ("Descalzos por el parque"). Un siempre perfecto Walter Matthau, una principiante Goldie Hawn tan adorable como divertida, un sexy Rick Lenz a menudo salido de la ducha y una sorprendente Ingrid Bergman que demuestra que también ha nacido para la comedia conforman un reparto de primera para una de las mejores comedias de los años 60.

Hawn logró el Oscar a la actuación de reparto (única nominación del film, pese a su brillante guión) por su segunda película gracias a encarnar a una joven peculiar que no quiere casarse con su amante hasta conocer a la mujer que éste debe dejar para ello. Sin embargo, tal mujer no existe, pues era solo una estratagema de él para no comprometerse a nada. La mujer de pega será la secretaria de Walter Matthau, una exageradamente sueca Ingrid Bergman cuyas maneras y comentarios son tan absurdos como brillantemente divertidos, pero sin abandonar el lado tierno. Y así es la película al completo: loca y desternillante, pero también emotiva y envolvente. Una maravilla.

Ayer, al regresar a uno de los lugares donde menos incomprendido me siento, inmerso en un medio de transporte con el que no suelo coincidir, volví a barruntar acerca de los motivos que hacen que una película contenga insistentes y contundentes dosis de calidad, o apelando a la modestia incluida en la cuestión; que hace que personalmente me interesen, gusten y finalmente, como en este caso, consiga, además pasar un rato verdaderamente disfrutable.
No parece complicado dilucidar sobre ello, sobretodo cuando la mayoría de las piezas que forman el engranaje que sustenta la obra, funciona con sólida precisión.
Suelo recurrir a los comentarios y críticas de esta página para intentar pertrecharme de cierta pulsión orientativa que, junto con distintos elementos, me impulsen con determinación a ver (o empezar a ver, al menos) o no una peli. Después de ver varias a las que fui con actitud positiva, la cual, por un motivo u otro no tardaría en empezar a languidecer, en ocasiones, a pasos agigantados, me hizo temer que volviera a ocurrir lo mismo con esta que me disponía a ver, y así pareció suceder durante los primeros minutos, donde más bien, tanto prejuicio acumulado parecía ganar terreno. Pero al poco, la perfecta distribución de tareas, quedó patente con gusto y buen hacer exquisito. Como, partiendo de un edulcorado casi nada, diálogos que, blandamente, al poco de empujarlos, acaban deshaciéndose, todo acaba adquiriendo consistencia, ritmo, un guión perfectamente trabado, sin resquicio para la duda o una previsible o pequeña decepción. A medida que la trama va desarrollándose va adquiriendo mayor interés o, al menos, lo mantiene en su mejor nivel si atisbo de decaer y menos, de fatal desprendimiento. Una peli que se ve con agrado, sensación, claro, que ayuda a prevalecer los momentos que van más allá y logran extraerte con suavidad una sonrisa, cuando no regocijarte. Y, por supuesto, hacerte reflexionar levemente sobre el tema de fondo planteado o que tú haces emerger al dotarle de un mayor empaque trascendente mientras te vas dando cuenta de lo que, de manera tan agradable, vas viendo. Y todo ello transmitido, ofrecido en bandeja de plata por grandes y accesibles interpretaciones. Qué carita Goldie Hanw, me hizo recordar.

Disfrutable comedia de enredo demasiado lastrada por la época favorita de Artie, los 60's, que atufan gran parte de la función hasta el punto de hacer de ella una bola de espejos. Pero la película empieza fenomenalmente, con ecos inevitables a El Apartamento, y con una sucesión de diálogos e intercambios chispeantes, del puño y la letra del gran I.A.L.Diamond, que poco tienen que envidiar a sus colaboraciones con el dios Wilder. A esas alturas del evento uno piensa que está ante algo grande, pero entonces comienza el guateque y todo se va por el barranquillo, incluido el guión, que empieza a forzar las marchas hasta romper la caja de cambios. Y al final sí, el asunto se vuelve previsible y el gancho en los diálogos del que gozaba la primera parte desaparece prácticamente por completo hasta convertirse en una comedia de enredos más. Pero sólo por esa primera parte y por las secuencias en las que Ingrid Bergman se suelta el pelo en la discoteca de turno, secuencias que uno contempla en un estado de asombro que bascula entre el horror y la estupefacción, merece la pena la experiencia.

Si alguien se pregunta en que se basan las películas románticas de enredos, debería ver varías películas y "Flor de cactus" es una de ellas. Un dentista madurito le miente a su novia diciéndole que está casado porque huye del compromiso. El problema viene cuando el se ve obligado a casarse con su novia y ella se empeña en conocer a la ex-mujer de su pareja......

Walter Matthau e Ingrid Bergman ya eran estrellas en esa época y nos brindan grandes actuaciones como siempre. Bergman además realiza un papel de comedia a lo cual no estaba acostumbrada. Goldie Hawn en cambio debutó con esta peli y ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria, aunque realmente aparece tanto o más que los otros actores. Su papel de chica pizpireta siempre la ha acompañado (y encasillado) pero en esta peli esta deslumbrante y destaca sobre el resto.

La flor de cactus del título hace referencia a que el personaje de Bergman es como una especie de cactus que no deja que nadie se le acerque demasiado pero que hasta a los cactus les aparece una flor de vez en cuando......

Divertida y entretenida de principio a fin y con unas notables interpretaciones. ¿Qué más quieres?