Frank Darabont siempre me ha impresionado por su forma de realizar cine ya sea con obras de arte como Cadena perpetua o La milla verde como con notables películas como La niebla y buenos trabajos en televisión como The walking dead y ahora que había descubierto esta serie no iba a perder el tiempo no viéndola así que me lancé y la verdad es que me ha sorprendido este primer episodio del que solo le quedan cinco restantes por su fracaso en audiencia en EEUU porque en cuanto a críticas se refiere consiguió aceptables.
He de decir que este primer episodio no es una joya, se cuece a fuego lento y teniendo un principio tan prometedor como irreal finaliza el episodio de tal manera que quieras ver más, que te enganche y afilies a la serie que es el propósito de cualquier episodio piloto y eso es lo que cumple, no sobresale ni emociona pero tanto en el principio como en el final de los 48 minutos de duración deja claro que quien corta el bacalao es el gran Jon Bernthal quien demuestra ser un policía no del todo fiable y con mucho carisma que se come a todos los personajes además de un aceptable pero encasillado Simon Pegg. La música y ambientación están bastante bien y no hay mucho que sacar de sí. No muestra nada nuevo pero resulta agradable ver una serie de este estilo sin ser explícita como otros directores se pasan en muchas otras series. Buen comienzo.