Hará ya unos siete años del estreno televisivo en el canal Disney de la película High School Musical (2006) dirigida por Kenny Ortega y protagonizada por unos jóvenes Zac Efron, Vanessa Hudgens y Ashley Tisdale. Era como una versión juvenil del siglo veinte de la película Grease. Pues bien, ahora le ha tocado el turno de West Side Story.

La cinta, aunque tiene momentos, situaciones de taparse la cara de vergüenza ajena, me ha parecido pasable, aunque no le llega a la altura de la mencionada High School Musical.
Veo homenajes a West Side Story, el romance a lo Romeo y Julieta, pero esta vez en vez de estar en una gran ciudad, estamos en una playa. Y encima con unos villanos de pacotilla de los que hacen reir. Y metería en el saco a la notable Pleasantville (1998), aquel film dirigido por Gary Ross con Tobey Maguire, Jeff Daniels y Reese Witherspoon. Dos hermanos que no se llevaban muy bien. Un buen día, y gracias a un mando a distancia, van a parar a la serie a la que uno de ellos es fan.
El caso es que mezclamos estas dos cintas y nos sale esta Wet Side Story, en el que cambiamos el mando a distancia por una tabla de surf mágica. Las canciones son correctas, al igual que sus números musicales. Los actores están bien, dentro de lo que cabe, al menos con el guión que tienen entre manos.
Para pasar un buen rato. No hay nada más que decir. Bueno sí, tras los créditos final, hay una última secuencia. ¿Es importante? No me lo parece, pero yo aviso por si hay hay alguien que se quiera quedar hasta el final.