Corría el año 1996 y hacía tiempo que me había aficionado a ver los partidos de la NBA que, por aquel entonces se emitían en el antiguo Canal Plus España, entre los que se encontraba el equipo de los Chicago Bulls que lideraba el gran Michael Jordan. Internet estaba aún en pañales, por lo que las noticias de cine y televisión las leía en la revistas especializadas. Cual fue mi sorpresa al toparme con un reportaje de una película titulada "Space Jam" y que se estrenaría en el verano de 1996. Iba a ser protagonizada por el mencionado Michael Jordan y los Looney Tunes. Fui a verla el fin de semana de su estreno en España y me pareció (de hecho, me lo sigue pareciendo) muy divertida, entretenida, con unos efectos visuales bastante cuidados (para la época) y una banda sonora sensacional. Pues bien, han pasado 25 años de aquella película dirigida por Joe Pytka, y los de la Warner Bros han decidido sacar adelante una secuela. A priori, me resultaba bastante tardía cuando me enteré del proyecto y porque ya no estoy muy metido en el mundo del baloncesto, y de la NBA, como lo estaba antes. La cosa cambió tras ver algunas imágenes y el tráiler, ya que me empezó a llamar la atención.
En esta ocasión, el legado de Jordan es otro jugador de baloncesto llamado LeBron James, o King James como se hace llamar. No estoy muy metido en su historial de juego, pero en una simple escena me ha resultado mucho mejor actor que el propio Michael Jordan. Esta vez, la silla de director es para el realizador afroamericano Malcolm D. Lee y la verdad es que sabe lo que se hace. La trama es bastante parecida a la original, salvando las distancias, aunque sí que está actualizada y mejorada a nuestros tiempos, Al LeBron no le dejan solo, la actriz Sonequa Martin-Green (vista en The Walking Dead) interpreta a su mujer, y encima está muy bien rodeado por unos renovados, y que no pasan de moda, Loomey Tunes. El villano de turno no es animado, esta vez está representado, por así decirlo, en forma humana y con el cuerpo del actor Don Cheadle (Iron Man 2). En el apartado visual, los efectos visuales están muy bien, para quitarse el sombrero.
En cierta forma, la manera de mostrar los varios cameos que aparecen en el film me ha recordado a otro más que notable largometraje de la Warner Bros, y dirigido por Steven Spielberg, titulado Ready Player One (2018). En el terreno musical, no está mal, pero como la banda sonora, tanto de la partitura como de las canciones, de la Space Jam original no hay ninguna. I Believe "I Can Fly" de R.Kelly es insuperable, por no hablar de "Fly Like An Eagle" de Seal. Dos joyas.
Tal vez sea que la nostalgia lo puede todo, yo que sé, pero las canciones de esta secuela no tiene la fuerza de áquellas. ¿Estamos ante una secuela tardía? Puede ser, no lo niego, pero una vez visionada, personalmente el resultado es bastante positivo. Sales de verla con un buen sabor de boca y con ganas de decirle a la gente, a los amigos y/o conocidos que vayan a verla, porque se van a divertir, van a disfrutar y a gozar de un buen espectáculo. Su duración, a priori, parece excesiva para esta clase de films, su metraje es de casi dos horas, pero una vez te metes dentro, se hace corta. He leído rumores, que quieren pensado hacer otra entrega, mientra esté a la altura de la que acaba de ver, ya es bienvenida. Mi nota final es de 8,5/10.