La verdad es que el trabajo de Craig Gillespie (realizador del remake de Fright Night - Noche de Miedo en 2011) en la dirección me ha parecido muy bueno, y el guión de Steven Rogers está muy bien elaborado, algo más de dos horas de metraje en las que se nos explica la historia de la subida al estrellato de Tonya en el patinaje, mezclándolo con entrevistas varias que van rompiendo la cuarta pared. Sin duda, no es un film para toda la familia, no es una cinta para todos los públicos. Tiene momentos violentos y sangrientos, aunque por otro lado contiene sus buenas dosis de humor. Margot Robbie, la actriz que ya llamó mucho la atención por su maravillosa interpretación en "El lobo de Wall Street" (dirigida por Martin Scorsese en 2013) y la misma chica que se metió en la piel de Harley Quinn en "Escuadrón Suicida" (de David Ayer en 2016), ha vuelto a conseguir un enorme trabajo actoral. Me alegro que esté nominada a mejor actriz en los premios de la Academia porque se lo merece. Ahora bien, veremos si vence y se lleva la estatuilla. Un apunte más y lo dejo ya: Un toque de atención durante los créditos finales. Para los que se vayan al empezar estos, mejor que se esperen un poco. No digo nada más. Mi nota final ante este notable trabajo cinematográfico es de 8/10.