Tan trabajada y conseguida como un capítulo de Los Serrano.

La niña protagonista es tonta perdida y la cara le acompaña a la perfección. Es una mezcla entre Rebelde Way y Hannah Montana con amigas Polly Pocket. Para nada me la imaginaba así tras leer la novela, donde aparecía una chica también guapa, pero despierta, espabilada y muy ágil tanto en los deportes como conduciendo su moto, coche, etc. de la cual me enamoré. Esta otra no podría correr 20 m. sin tropezarse y para nada tiene cara de saber contar sin los dedos.

Las bonitas canciones de las que hablaban en el libro, que surgían y fluían junto a la romántica historia, describiendo los diferentes estados de ánimo en cada momento se transforman en la película en una banda sonora de risa: es totalmente infantil. No quedarían del todo desencajadas sonando de fondo en un juego de plataformas de la Game Boy I (la cuadrada y gris). Pero no conformándose con tal genialidad musical, se atreven a meter entre politono y megatono una preciosa canción de Amy Winehouse, o mezclar también a otro gran artista como Eros Ramazzotti.

Es con diferencia de la peor adaptación libro-película que he visto. Se comete el gran error de intentar representar todos puntos fuertes del libro, y eso es imosible de plasmar en 100 min., lo que se consigue es una película que da saltos y que parece estar reproducida a 2x.

Lo único bonito que tiene la película son las hermosas citas que florecen de la nada en los momentos clave de la relación, que es como pasaba en la novela.

Como en el 90% de los casos en que ves una película después de haber leído la obra: decepción total.

Háganse un favor y no vean la película, lean el libro.