No sabría cómo iniciar esta crítica, pero para empezar me gustaría decir que para quien guste de películas diferentes e intensas, puede que les guste.
El argumento me parece muy inventivo, de lo mejor que ha habido en los últimos años. Es más, cualquier cosa que no sea remake, adaptación de cómic, libro o videojuego ya puede considerarse original. Y además me encanta que la cultura alienígena se aprecie bien y que esta vez los aliens sean los buenos.
El reparto es desconocido pero el protagonista se desenvuelve muy bien en su papel, pasando de ser un arrogantemente estúpido humano a convertirse en un comprensivamente aliado de los aliens por razones que no voy a nombrar. Puede que suene extraño, pero la interpretación del alien coprotagonista es la mejor. Sus miradas tan expresivas y maduras te encogen el corazón.
Pero lo que realmente se lleva la palma es la forma en que se fusionan una historia reflexiva, un estilo de rodaje estremecedor, un apartado técnico envidiable para cualquier blockbuster (para quien no lo sepa, costó 30 millones, una "miseria") y unos personajes reales, con vida.
Debo destacar que un buen equipo de efectos digitales y una buena coreografía de acción no son suficientes para hacer que tu trasero se quede pegado al asiento. Para que te involucres con los personajes se necesitan unas interpretaciones vivas y profundas, una dirección que roza la perfección hiperrealista y una historia de fondo que deja mella.
La clara crítica al ser humano no puede ser más merecida. Más de uno se estremecerá al ver algunas escenas donde se comprueba que, realmente, los únicos bichos que se expanden y destruyen como una pandemia, somos nosotros.

Esta película hará, si no historia, al menos renacer el buen cine de ciencia-ficción.

Original, desagradable, intensa, genial. District 9.