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Voto de Lalachan:
1
5,7
38.070
Ciencia ficción. Terror
La noche en que varios jóvenes neoyorquinos celebran la fiesta de despedida de un amigo en Manhattan, un monstruo del tamaño de un rascacielos llega a la ciudad. Contada desde el punto de vista de la videocámara de uno de ellos, este es el escalofriante documento sobre sus intentos por sobrevivir durante los momentos más increíbles y terroríficos de sus vidas. Producida por J.J. Abrams, creador de la serie "Perdidos". (FILMAFFINITY)
11 de octubre de 2014
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ciudad de Manhattan se encuentra en peligro. Un enorme y abominable monstruo ha aparecido de repente en la ciudad con el único objeto de destruirla hasta los cimientos. Nadie, ni siquiera el ejército norteamericano, es rival para este ser que parece venido de otro mundo.
Cinco jóvenes están en una fiesta y son sorprendidos por el ataque de esta pavorosa criatura. A pesar del peligro que corren, tendrán que buscar la manera de escapar de la destrucción y no morir en el intento. Uno de ellos, cámara en mano, graba su periplo por toda la ciudad de Manhattan y deja para la posteridad imágenes que no dejarán indiferente a nadie.
Cinco jóvenes están en una fiesta y son sorprendidos por el ataque de esta pavorosa criatura. A pesar del peligro que corren, tendrán que buscar la manera de escapar de la destrucción y no morir en el intento. Uno de ellos, cámara en mano, graba su periplo por toda la ciudad de Manhattan y deja para la posteridad imágenes que no dejarán indiferente a nadie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Os habréis fijado en que he escrito la crítica como si fuera un tráiler. ¡¡Y, joder, lo que me ha costado escribirla!! Tal vez debería haber puesto algo referente a los elementos que más o menos me han impactado, los fallos que he visto, las cosas buenas... Pero eso sería hacer un spoiler muy grande, y para eso ya está este espacio: para despotricar a gusto. Voy a ser muy clara. Esta película junta todos los clichés habidos y por haber en una película americana de "terror-con-bichos". Es como si cogiéramos los argumentos más simples, vacíos y recurrentes que hayamos visto y lo juntáramos todo para hacer esta película. En "Monstruoso" todo es malo, predecible y aburrido.
El ¿protagonista? es un tío al que le montan una fiesta de despedida porque se va a Japón a currar. Su hermano, la novia de su hermano, su mejor amigo y una tía a la que nadie conoce serán testigos de cómo se entera de que su ¿novia? se ha tirado a otro tío y no quiere saber nada de él. A partir de ahí, empieza la acción: un monstruo gigante del que nadie sabe su procedencia, aparece de repente en Manhattan para destruirla por completo. Porque sí. Porque él lo vale.
La ¿película? trata, básicamente, de los protagonistas corriendo de un lado para otro de la ciudad mientras uno de ellos lo graba todo con su cámara, a la que no se le acaban las baterías nunca. El argumento principal parece ser que, tras la destrucción del monstruo, el prota quiere ir a buscar a su apartamento a la chica que lo dejó por otro porque, ¡oh, casualidad!, la ama hasta el tuétano. Por supuesto, su discurso viene aderezado con las típicas frases que todo buen americano dice en estas situaciones: "¡Esto es cosa mía! Vosotros no tenéis por qué venir conmigo" o "¡La mujer a la que amo está atrapada y tengo que ir a rescatarla!" o algo así (bueno, la verdad es que en esta película el diálogo brilla por su ausencia). Y sus amigos, ¡oh, casualidad!, comparten su punto de vista y se aprestan a seguirle por esas calles infestadas de escombros y bichos arácnidos. Claro que sí.
Se recorren toda la ciudad en un pis pás siguiendo la línea del metro pero, ¡oh, casualidad!, resulta que allí también hay bichos asquerosos... que no tienen nada mejor que hacer que perseguir a nuestros desdichados protagonistas. A una la muerden y, ¡oh, casualidad!, resulta que es la chica que le gustaba al chico que lleva la cámara (a pesar de que acaba de conocerla). Luego, ¡oh, casualidad!, aparece el ejército y tratan de evacuar a los protas (es lo más lógico que veréis en toda la película), pero el prota principal no quiere porque tiene que ir a rescatar a su chica. Por supuesto, ¡oh, casualidad!, el comandante del ejército le da su beneplácito y le permite que se vaya.
Por fin llegan al apartamento de la chica que, ¡oh, casualidad!, todavía está viva. Tras un emotivo reencuentro, corren para tomar el último helicóptero que los sacará de allí. Pero, ¡oh, casualidad!, el monstruo ataca precisamente ÉSE helicóptero y lo destruye. El de la cámara muere, ¡oh, casualidad!, devorado por el monstruo monstruoso, y el prota con su chica llevan la cámara bajo un puente y no se les ocurre otra cosa mejor que quedarse allí y grabar un mensaje de despedida. Todo acaba, ¡oh, casualidad!, con una explosión que barre la ciudad del mapa y un precioso y no menos casual "te quiero" por parte de la enamorada pareja.
En fin, ¿para qué seguir? Una película insultante para los fans del género de terror con criaturas monstruosas. No explica nada, no aclara nada, no emociona nada. Lo único que hace es recurrir a clichés, a frases metidas a la fuerza y que no vienen a nada, a tópicos muy vistos para desencadenar todos los eventos y el que el protagonista sea tan cargante que acabes deseando que muera de una vez para no tener que soportarlo, algo que ha conseguido que mi experiencia como espectadora haya sido muy mala.
¿Lo mejor? Que la echaban en la tele y no he tenido que pagar por verla.
El ¿protagonista? es un tío al que le montan una fiesta de despedida porque se va a Japón a currar. Su hermano, la novia de su hermano, su mejor amigo y una tía a la que nadie conoce serán testigos de cómo se entera de que su ¿novia? se ha tirado a otro tío y no quiere saber nada de él. A partir de ahí, empieza la acción: un monstruo gigante del que nadie sabe su procedencia, aparece de repente en Manhattan para destruirla por completo. Porque sí. Porque él lo vale.
La ¿película? trata, básicamente, de los protagonistas corriendo de un lado para otro de la ciudad mientras uno de ellos lo graba todo con su cámara, a la que no se le acaban las baterías nunca. El argumento principal parece ser que, tras la destrucción del monstruo, el prota quiere ir a buscar a su apartamento a la chica que lo dejó por otro porque, ¡oh, casualidad!, la ama hasta el tuétano. Por supuesto, su discurso viene aderezado con las típicas frases que todo buen americano dice en estas situaciones: "¡Esto es cosa mía! Vosotros no tenéis por qué venir conmigo" o "¡La mujer a la que amo está atrapada y tengo que ir a rescatarla!" o algo así (bueno, la verdad es que en esta película el diálogo brilla por su ausencia). Y sus amigos, ¡oh, casualidad!, comparten su punto de vista y se aprestan a seguirle por esas calles infestadas de escombros y bichos arácnidos. Claro que sí.
Se recorren toda la ciudad en un pis pás siguiendo la línea del metro pero, ¡oh, casualidad!, resulta que allí también hay bichos asquerosos... que no tienen nada mejor que hacer que perseguir a nuestros desdichados protagonistas. A una la muerden y, ¡oh, casualidad!, resulta que es la chica que le gustaba al chico que lleva la cámara (a pesar de que acaba de conocerla). Luego, ¡oh, casualidad!, aparece el ejército y tratan de evacuar a los protas (es lo más lógico que veréis en toda la película), pero el prota principal no quiere porque tiene que ir a rescatar a su chica. Por supuesto, ¡oh, casualidad!, el comandante del ejército le da su beneplácito y le permite que se vaya.
Por fin llegan al apartamento de la chica que, ¡oh, casualidad!, todavía está viva. Tras un emotivo reencuentro, corren para tomar el último helicóptero que los sacará de allí. Pero, ¡oh, casualidad!, el monstruo ataca precisamente ÉSE helicóptero y lo destruye. El de la cámara muere, ¡oh, casualidad!, devorado por el monstruo monstruoso, y el prota con su chica llevan la cámara bajo un puente y no se les ocurre otra cosa mejor que quedarse allí y grabar un mensaje de despedida. Todo acaba, ¡oh, casualidad!, con una explosión que barre la ciudad del mapa y un precioso y no menos casual "te quiero" por parte de la enamorada pareja.
En fin, ¿para qué seguir? Una película insultante para los fans del género de terror con criaturas monstruosas. No explica nada, no aclara nada, no emociona nada. Lo único que hace es recurrir a clichés, a frases metidas a la fuerza y que no vienen a nada, a tópicos muy vistos para desencadenar todos los eventos y el que el protagonista sea tan cargante que acabes deseando que muera de una vez para no tener que soportarlo, algo que ha conseguido que mi experiencia como espectadora haya sido muy mala.
¿Lo mejor? Que la echaban en la tele y no he tenido que pagar por verla.