Ya me lo veía venir. Cuando empezaron los anuncios de una nueva serie, en Telecinco y que además iba de piratas, supe enseguida que tendría que sacar otra vez mi palangana de Potas Televisivas y prepararme para lo peor. Aunque esta vez se han esmerado, todo hay que decirlo: han conseguido que echara hasta la primera papilla.
Con un solo capítulo visto (para mí más que suficiente), lo cierto es que no sé por dónde empezar a criticar. A mí todo me parece malo: el pseudo-Sparrow, los decorados de cartón, la ropa impecable, las actuaciones... En fin, vayamos por partes.
El pseudo-Sparrow es lo peor que he visto en años. No sé de dónde han sacado a Óscar Jaenada, pero alguien debería darle unas cuántas clases de interpretación porque, se ponga como se ponga, NO da el pego. Se supone que es un calavera gracioso y pícaro, pero lejos de inspirar simpatía lo que inspira es ganas de matar. Lo siento, me pone de los nervios.
Pilar Rubio da vida a la hija del capitán pirata (siempre tiene que haber una maldita hija de un capitán), que hace de chica dura con mala leche pero que también ayuda a los más necesitados (?). Bien, esta mujer tampoco tiene dotes de actriz por mucho que se esmere. No tiene talento y ya está, no todo iba a ser perfecto. Me fastidia un montón que todas sus escenas estén abocadas a darle mayor protagonismo a su canalillo, aunque tampoco me sorprende demasiado.
Otro personaje odioso (entre muchos) es el Capitán Bocanegra. Es tan cutre que ni siquiera mi primo de cinco años le tiene miedo. Esas grandes patillas desataron en mí fuertes carcajadas al más puro estilo pirata. Sus frases amenazantes no me inspiran pavor, sino risa. Y lo mismo ocurre con su forma de vestir. Ahora que lo pienso, todos van súper limpios. Ni siquiera se manchan de sangre.
Las peleas parecen bailes de salón, el abordaje a ese barco bonitero es de lo peor y la sangre salpicando por obra y gracia del ordenador me ha hecho sufrir espasmos de dolor. Las historias se repiten en un mismo capítulo: líos de cama, tías semidesnudas, el niño meando en la olla, amenazas de muerte a cuál más original...
No se merece ni un 1, no vale la pena ni verla.