Típica mieda surrealista y pretenciosa llena de simbolismos que nadie entiende y todo el mundo hace que interpreta magistralmente, especialmente en las críticas, aderezada con morbo con japonesitas cachondas pero psicóticas (vamos, locas del coño de toda la via), tetas, sexo no explícito pero casi, pero no, porque es la única manera de cagar un truño semejante y que el gafapastismo finja ver algo que en realidad no está. Ya sabes, si a lo soez le añades un lagarto dentro de una botella y haces que una actriz diga chorradas en plan histérico, ya no es soez, es poesía visual.
Me des-co-jo-no.
Si para ti un Pollock es buen arte, posiblemente te guste esta basura.
Si, por el contrario, gozas de buena salud mental, tienes un ego equilibrado, haces gala de un regular sentido común, no vas de somelier sin tener ni puta idea solo porque fuiste a una cata en la despedida de solteros de esos dos amigos coñazo a la que ni dios quería ir, y te gusta que el cine te cuente historias, aléjate de esta bazofia lamentable.

PS: Y además, ni si quiera cubren el cupo de morbo que prometen, que es lo único a lo que estas películas se aferran.