Alpinistas, escaladores y cabras montesas. Si no estás en uno de estos grupos esta obra es un ladrillo bien realizado por la belleza del lugar y con un reparto con más nombre que oficio.

No transmite nada. Ni en los momentos (escasos) de acción ni en los supuesta mente emotivos. Y atención a estos ejemplos.
-Mujer embarazada espera a que su marido vuelva (nunca visto). Como es Knightley tiene muchas escenas que para algo cobra tanto (supongo).
-Tipo que se aburre en su casa con la familia y se gasta un pastón para ir al monte. Eso sí, cuando las cosas se ponen torcidas recuerdo mucho a mi mujer e hijos (más innovación).
-Las dos del campamento base. Cada dos segundos poniendo cara de pena sin una lágrima. Esto es como si en un atasco te enfadas, te vuelves a enfadar cinco minutos después y otra y otra y otra.
-Seré yo el torpe pero con fácilmente una docena de personajes, vestidos todos de escaladores (tapados hasta las cejas) uno no sabe que está viendo. Cuando están todos juntos no sabes quién es quién, si es hombre o mujer, y mucho menos si son de un grupo o de otro.

El periodista pregunta el motivo para hacer la escalada. Unas chorradas o directamente sin dar respuesta resuelven la escena más interesante. Solo la japonesa es coherente.
Los sherpas aparecen menos que un bañador mientras las conversaciones por radio son tan seguidas como vacías.

Seré un insensible pero no me ha transmitido nada además de aburrirme. Como drama mejor ver el clásico "Viven" y para acción "Máximo riesgo".