Esta obra de principio de los noventa está de actualidad en un año tan futurista como es 2013.
Cuantos padres separados harían lo posible y lo imposible para poder pasar más rato con sus hijos es una cifra incalculable.
El tono de comedia ligera deja un poco de lado un tema tan serio como este, pero dejar de lado no significa abandonado.
El humor es sencillo, los diálogos algo burdos, pero el conjunto se hace un entretenimiento que... no nos engañemos... todos hemos visto alguna vez.
Incluso el amigo Robin que muchas veces sufre de ataques histéricos que ni Jim Carrey puesto de cafeína, consigue calmarse y cuadrar un personaje tan serio y pausado como la "nanny".
Una obra que sin duda merece un aprobado sobretodo por la escena que ocurre en la piscina. Si no saca una risa, es mejor hacérselo mirar.