Amigos, compañeros de trabajo… son varias las personas que conozco que adoran la primera entrega y no les gusta nada la segunda e, incluso, vuelven a venerar (menos, eso sí) la tercera, que para mí es la más lamentable de todas, pero bueno, eso quedará para otra crítica.

Y, ¿por qué no les gusta la segunda parte? Pues, por dos motivos:

1. Porque no hay asesinato (aunque en el primer episodio nos muestren uno que hace de pseudomacguffin), no hay investigación y no hay que encontrar (ni adivinar) un asesino. Y eso es lo que gusta, eso es lo que le pide el cuerpo a la gente. Y, entonces, ya no te paras a analizar si la serie mola o no mola.

2. Porque las comparaciones son odiosas. La primera, aparte de lo dicho en el anterior punto, tenía muy buenas interpretaciones y un ritmo y un guion bien ejecutado. Como esta segunda parte no se parece en nada en el ritmo y en el guion pues vuelves a dejar de analizar si la serie merece o no merece la pena.

Y lo que no se puede negar son, igualmente, dos cosas:

1. Que la parte interpretativa está igual de bien cubierta, desde Colin, pasando por Rachel y Taylor, hasta Kelly y Vince.

2. Que es fiel al título, a lo que la temática genérica de la serie quiere mostrar, “True Detective”, detectives reales. Es decir, personas que no sólo resuelven casos, que no sólo luchan contra los malos, sino que tienen sus propios problemas, como cualquier hijo de vecino; que ya no es que puedan representar la figura del antihéroe, es que, directamente, podrían ser los malos en algún momento de la historia.
Porque no hay que olvidar que no es una continuación, no es una secuela. True Detective, como muchas otras (Black Mirror, Fargo…), es una antología cuyo nexo de unión es el tema general que acabo de comentar.

El mayor hándicap es, quizá, que hay muchos personajes con relevancia, aunque algunos puedan salir poco en pantalla; y, por lo tanto, hay muchas tramas o subtramas que pueden hacer que te pierdas en algún momento.

Pero, en definitiva, tiene un elenco principal cojonudo, tiene un guion enrevesado en algunos momentos, pero bien hilado y veraz y tiene el mejor capítulo de acción verdaderamente creíble que yo haya visto en mi vida en una serie de televisión.