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España España · Granada
Voto de Kikivall:
10
Intriga. Thriller. Terror Cuando David intenta adelantar a un camión cisterna no se imagina que el conductor se lo tomará como una ofensa personal. A partir de ese momento, el diabólico camionero someterá a David a una persecución mortal... (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, que en el original tiene un título que recuerda al western: “Duel” (Duelo), fue pensada para formato TV, de hecho el telefilme de 16 mm fue emitido por la ABC el 13 de noviembre de 1971. Sin embargo, la brillantez, la intriga, la estética, el tono épico y el pulso narrativo poco visto en TV, catapultaron la obra a la categoría de “buen cine”. Lo cual hizo que este film de un joven Spielberg, sea una de las mejores óperas primas jamás realizadas, un auténtico icono que considerada precursora de la terrorífica cinta Tiburón (1975) del propio Spielberg.

Terrorífica "road movie", basada en una historia real del guionista Richard Matheson, uno de los más importantes escritores de ciencia ficción y de terror, amén de guionista, con un amplio recorrido en el cine. El Steven Spielberg de juventud construye una película sin lugar a duda extraordinaria, en torno al recurrente tema del individuo manso perseguido por una fuerza o ser superior peligroso.

El guión es, como antes apunté, de Richard Matheson, basado en una experiencia suya real es un libreto sencillo, brillante, prácticamente perfecto, y se puede decir que nada sobra ni falta. Sus 91 minutos están sembrados de un pánico sordo que atraviesa toda la película. Apenas hay diálogos, apenas hay voz en off, recurso éste tan sólo utilizado puntualmente cuando se hace necesario verbalizar los pensamientos del protagonista. Película con escasos diálogos.

Es notable la música cargada de consternación y suspense del compositor neoyorkino Billy Goldenberg, con el añadido de excelente de la fotografía de Jack Marta, con la utilización de hasta siete cámaras en los distintos planos.

En el reparto, un tanto difuminado pues lo que resalta es la terrorífica historia, todos cumplen perfectamente. Pero conviene resaltar que Dennis Weaver hace un papel brillante como conductor-vendedor indefenso, crispado y a punto de estallar en una crisis de pánico.

Esta película es pura carretera, páramo, gasolina, acorralamiento y mucha presión; estos únicos ingredientes constituyen un brutal cóctel molotov. Sin digitalizaciones y sin parafernalia pero angustiosa. No tiene giros en el argumento, no efectos especiales. Se hizo en poco más de diez días, escaso presupuesto y humildad, pero humildad con grandeza.
Kikivall
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